El Ejército israelí anunció este domingo que 150 cohetes, misiles de crucero y drones fueron disparados hacia su territorio durante la noche, la mayoría procedente desde Líbano hacia el norte de Israel. El primer ministro Benjamin Netanyahu afirmó que asestaron a Hezbolá “una serie de golpes que nunca habría imaginado” y que si el grupo libanés “no entendió el mensaje, ahora lo hará”.
“Durante la noche y hasta primeras horas de la mañana, unos 150 cohetes, misiles de crucero y drones fueron disparados hacia territorio israelí, la mayoría en dirección al norte de Israel”, explicó el Ejército en un comunicado, en el que añade que hubo “un pequeño número de impactos” pero sin “daños importantes”.
Por su parte, en un mensaje a través de un video, Netanyahu tiró nafta al fuego al asegurar que “en los últimos días, hemos infligido a Hezbolá una secuencia de golpes que no se imaginaban. Si ellos no entendieron el mensaje, les prometo que lo entenderán”.
Uno de los golpes a los que se refiere el premier israelí es a la muerte del jefe militar del grupo libanés, Ibrahim Aqil, en un ataque llevado a cabo en la ciudad de Beirut. Estaba a cargo de unidades especiales y era considerado uno de los responsables del ataque a la embajada de Estados Unidos de 1983. Fue asesinado junto a otros miembros de su grupo de trabajo.
Además, Israel lanzó el jueves por la noche un ataque contra lanzacohetes en el sur del Líbano pese a las amenazas de Hezbolá. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) realizó una ofensiva en depósitos de armas y otros “sitios terroristas” con un ataque en 52 objetivos, ubicados al sur del país.
El conflicto se recrudeció luego del estallido de dispositivos de comunicación de miembros grupo paramilitar en varias regiones de Líbano. Hezbolá acusó a Israel y su jefe, Hasan Nasralá, prometió el jueves que el Estado hebreo recibirá “un justo castigo”.
En paralelo, luego de que cientos de beepers estallaran el martes de manera masiva y simultánea en Líbano, con el saldo trágico de 37 muertos y casi 3.000 heridos, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU) resolvió reunirse de urgencia este viernes.
“Lo ocurrido en Líbano es muy grave, no sólo por el número de víctimas sino por los indicios de que se activó por el riesgo de que se descubriera. Obviamente, la lógica de explotar estos artefactos es hacerlo como ataque preventivo antes de una operación militar importante”, aseguró el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres.