“Cabalgando por la historia”, es el lema de los martinenses Roberto Hecker y Javier Prato, que unieron Victorica con Gobernador Duval a través de la Rastrillada de las pulgas y el Camino de los chilenos, reviviendo el antiguo recorrido de los ranqueles.
“Nuestro objetivo es reivindicar la historia”, dice con humildad Roberto Hecker, que todavía tiene fresca la sensación de satisfacción máxima por haber cumplido el objetivo. Es que hace unos pocos días culminó -junto a su compañero Javier Prato- una cabalgata más por las rastrilladas pampeanas, emulando el sacrificado recorrido que hacían los antiguos pobladores de estas tierras.
Tras 12 días de viaje a caballo, estos intrépidos aventureros unieron Victorica con Gobernador Duval, a través de la que se conoció como “Rastrillada de las Pulgas” y el “Camino de los chilenos”, improvisados senderos que se abrían paso en el monte y Eran una ruta ranquelina habitual hace más de un siglo.
“Fueron unos 370 kilómetros que recorrimos en 12 días. Partimos desde Victorica y llegamos a Gobernador Duval siguiendo la huella del ranquel y buscando la margen pampeana del río Colorado”, le cuenta Hecker a la Agencia Provincial de Noticias.
Respecto de por qué quisieron hacer esta rastrillada en particular, asegura que la inspiración fue un libro de Estanislao Ceballos, que habla de “Huecuvu Mapu” o “País del diablo”, haciendo alusión a las desventajosas condiciones de la zona: falta de agua, mucho salitre, un lugar inhóspito… Entonces, junto con Javier, quisieron hacer ese viaje al país del diablo y seguir “cabalgando por la historia”.
En esos días de andar uniendo pueblos a través de la rastrillada fueron recibiendo la calidez de vecinos y vecinas que los recibieron a su paso. Incluso fueron recibidos por autoridades comunales, más allá de que su odisea por las pampas no tiene tintes políticos.
“Es una inquietud personal, un deseo muy íntimo de reivindicar la historia, sin ponerse de un lado ni del otro. Sentí una emoción muy grande cuando llegamos a Gobernador Duval, porque cumplimos el objetivo de hacer el viaje como los ranqueles, a caballo, contra todas las vicisitudes de la naturaleza”, relató.
Este no fue el primer desafío de Hecker, que hace tiempo viene cabalgando por la historia. “El año pasado habíamos hecho la Rastrilada del Cuero, que es desde Fortín Sarmiento, en Córdoba, hasta Victorica. Por eso este viaje fue como la siguiente, la etapa siguiente de aquel. Si contamos las dos rastrilladas hechas han sido 700 kilómetros en total”, indicó.
Roberto y Javier son oriundos de Embajador Martini y tienen el apoyo de sus familias y de la comunidad local, que los anima a seguir con esta epopeya por la historia. “Tengo 61 años y soy comerciante, así que esto es algo que hago exclusivamente por gusto, para obtener una satisfacción. Javier es más joven, tiene 45 años y trabaja como transportista”, contó Hecker.
“En cada día de cabalgata hacemos unos 40 kilómetros. Es duro y cansador, más que uno no es un jinete avezado y ya tiene sus años”, dice Roberto, que ya está planeando su próximo derrotero: “Estamos leyendo un poco con Javier, para decidir qué hacemos. Tal vez sea la Zanja de Alsina, que va desde Larroudé hasta Puan, en la provincia de Buenos Aires”. Algo es seguro: seguirán cabalgando por la historia.