Promover la comunicación transparente, fomentar la colaboración y priorizar la autonomía de los equipos figuran entre las mejores estrategias para desarrollar un espacio de trabajo ameno en un contexto de virtualidad.
Si hay algo que nos quedó marcado a fuego después de la pandemia del 2020 es que casi todos los trabajos pueden ser realizados de manera 100% remota.
Si bien es cierto que existen ciertas limitaciones en algunas profesiones, en líneas generales, podríamos decir que casi todos los trabajos pueden ser realizados de manera online. Esto último es particularmente cierto en el mundo de la tecnología.
Según un estudio global publicado por Statista, en 2023, la industria de la tecnología fue el sector con mayor porcentaje de trabajo remoto a nivel mundial, con un 67.8%. En segundo lugar figuran las agencias y consultoras con más de un 50% de trabajo remoto, y en tercer lugar está la industria financiera y las aseguradoras.
Otro dato interesante de la misma publicación es que el trabajo remoto es la estrella entre la población de entre 24 a 35 años, y que ese grupo también valora particularmente la flexibilidad y autonomía que implican trabajar de manera full remota.
Es decir que, por un lado tenemos el mundo de la tecnología liderando el ranking del trabajo remoto, y por el otro, la población sub-35 que busca la virtualidad. En el medio se encuentran las empresas que se ven ante el desafío de desarrollar una estructura de trabajo acorde que acompañe las demandas del mercado para mantenerse competitivas.
¿Y qué es más competitivo que un gran ambiente de trabajo?
Las empresas necesitan ser atractivas para esta población promoviendo un ámbito de trabajo ameno. Para ello, tienen que tener en cuenta las siguientes características:
- Promover la confianza dentro de los equipos.
Esto se logra al darle las herramientas necesarias a los empleados para que puedan trabajar de manera cómoda, manejando sus tiempos y a su propio ritmo. Generar un ámbito de confianza entre miembros del equipo, con sus colegas y superiores se traduce en mayor productividad en el largo plazo para la empresa.
- Motivar a los empleados.
Implementar instancias de feedback para que cada empleado sepa qué es lo que está funcionando y que podría mejorar, al mismo tiempo que escuchar cómo se sienten y cómo quieren crecer profesionalmente, es clave para desarrollar un sentido de pertenencia. Asimismo, reconocer logros, dar premios y regalos en fechas especiales (cumpleaños, aniversarios, etc.) también genera un gran sentido de conexión.
- Propiciar la comunicación clara.
Priorizar que las comunicaciones entre los equipos sean claras y efectivas es vital para triunfar en un entorno remoto. Definir canales de comunicación claros es el primer paso para lograrlo. En una rutina en donde todo es online, es muy fácil caer en la desconexión y aislamiento, por eso es necesario definir lugares para comunicarse (no solo formalmente, sino también generar las famosas charlas de pasillo).
- Colaboración entre los equipos.
Brindar herramientas para que los empleados puedan compartir documentos, intercambiar mensajes y gestionar proyectos de manera eficiente son componentes clave para que un equipo de trabajo virtual trabaje sin dificultades. Esto dependerá 100% según la empresa, la industria y el trabajo en sí mismo (pero herramientas como Slack, Asana y Trello son altamente recomendables).
- Contar con el equipo correcto.
Otro de los grandes trucos sobre cómo generar un buen ambiente laboral es contratar al personal idóneo. Esto se traduce en que los empleados tienen que tener ciertas soft skills (como por ejemplo: habilidades de comunicación, de autogestión del trabajo, y estar orientados a resultados).
La autonomía para poder trabajar de manera independiente, cumpliendo con las fechas estipuladas y respondiendo a los requerimientos del equipo va a tener un impacto directo en toda la empresa, en la productividad, y en el ambiente de trabajo generado.
- Definir una política de trabajo remoto.
Para sentar las bases de un buen ámbito de trabajo es necesario definir una política clara de trabajo remoto. Por ejemplo: promover el trabajo asincrónico-en especial si se trabaja con gente en otras partes del mundo- es vital para lograr buenos resultados a largo plazo.
Desarrollar un buen entorno laboral depende de varios factores que van desde situaciones puramente corporativas ( establecer una política de trabajo remoto clara, definir canales de comunicación, reconocer a los empleados por su trabajo), hasta cuestiones que son más personales ( contar con ciertas características como autogestión del tiempo y trabajo orientado a resultados).
Las empresas hoy en día tienen que equilibrar entre lo que el mundo demanda – la virtualidad- y lo que pueden ofrecer basados en sus recursos.