Tras la polémica protesta del jueves pasado, marcada por la violencia y la baja participación, un grupo de vecinos autoconvocados ha organizado una nueva marcha en rechazo a la implementación de la Revisión Técnica Obligatoria (RTO) en la ciudad de Santa Rosa. La manifestación tendrá lugar frente a la Municipalidad este lunes 7 de octubre a las 12 horas.
Si bien los organizadores aseguran no tener vínculos con sectores políticos, durante la protesta anterior se verificará la presencia de la concejala tiernista Fabiana Castañiera, así como de algunos exfuncionarios de gestiones radicales en la Municipalidad de Santa.
La consigna que circula en redes sociales es la siguiente:
“Desde el grupo de Vecin@s Autoconvocad@s contra la RTO queremos invitar a todas las personas de la ciudad de Santa Rosa y otras localidades de la provincia a manifestarse este lunes 7 de octubre a las 12:00 frente a la Municipalidad de Santa Rosa. El objetivo es pedir la derogación de la RTO (Revisión Técnica Obligatoria) en la ciudad.”
El comunicado resalta el mal estado de las calles de Santa Rosa, mencionando roturas, falta de mantenimiento y señalización, así como problemas de agua y cloacas. Los organizadores también señalan que varios vehículos pertenecientes al parque automotor municipal no pasarían la RTO debido a su mal estado, lo que representaría un riesgo tanto para los trabajadores municipales como para los nuevos entes.
Según los manifestantes, los principales problemas de siniestralidad vial en la ciudad no están relacionados con la falta de RTO, sino con otros factores como el exceso de velocidad, la conducción bajo los efectos del alcohol y la falta de educación vial. En su mensaje, califican la medida como un “capricho” del intendente Luciano Di Napoli, quien, afirman, busca generar más ingresos a través de la RTO, cuyo costo actual es de 40.000 pesos. Con aproximadamente 95.000 vehículos circulando en Santa Rosa, los manifestantes consideran que se trata de una importante suma de dinero “por simplemente inspeccionar
Además, critican que la mayoría de los siniestros viales no se producen por desperfectos mecánicos, calificando el RTO como un “curro” destinado a generar ingresos sin ofrecer soluciones reales. Según ellos, un certificado de un taller mecánico debería ser suficiente para garantizar la seguridad del vehículo, y sostienen que detrás de esta medida podría haber intereses económicos y políticos ocultos.
Finalmente, los vecinos autoconvocados se desmarcan de partidos opositores que, según ellos, intentan capitalizar el reclamo. Aseguran que su lucha responde a la necesidad de eliminar una ordenanza que considera un obstáculo financiero y burocrático que afecta principalmente a los sectores más vulnerables, en un contexto en el que ya enfrentan numerosas cargas económicas impuestas por el gobierno.