El Código de Tránsito y Transporte de la Ciudad aplicará extrema severidad a los automovilistas que el radar detecte a partir de los 150 km/h de velocidad, con multas que arrancan en $44.114 y llegan a $2.520.800. En este último caso, el infractor debería desembolsar prácticamente lo que le costaría comprar un auto chico usado, según los valores de mercado publicados.
En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires hay más de 220 cámaras que monitorean la circulación vial y se presentan casos de multas libradas a partir de radares de dudosa legalidad que están ocultos y actúan como trampas cazabobos.
Lo más usual, en los últimos tiempos en la CABA es que haya conductores que reciben sanciones por exceso de velocidad en autopistas o en zonas donde se les exige pasar de un límite de velocidad alto a uno muy bajo en pocos segundos de marcha, un punto imposible de cumplir y peligroso, por otra parte.
Una de las multas más costosas se da cuando el conductor maneja alcoholizado.
No sólo transgredir los límites de marcha devenga valores superiores al millón de pesos.
Que el test de alcoholemia supere el nivel de 1gr/l será sancionado con una multa entre $89.060 a $1.260.400.
Del inicial de 0,5gr/l hasta 0,99gr/l, los guarismos se reducen a la mitad, y podrían incluir de uno a 10 días de prisión.
Alcohol Cero
En la Argentina rige la Ley de Alcohol Cero, sancionada en 2023, pero su implementación es de caracter jurisdiccional.
CABA decidió no adherir a esa norma y mantener los niveles vigentes, permitiéndoles a conductores experimentados circular con hasta 0,5gr/l.
Aunque se desaconseja beber antes de manejar, un vaso de cerveza o de vino estarían en el límite, que los licores triplican.
- La cerveza tiene aproximadamente 5% de alcohol, aunque algunas tienen más.
- El vino generalmente tiene de 12% a 17% de alcohol.
- El licor fuerte tiene aproximadamente 40% de alcohol.
El valor de estas multas se calcula en Unidades Fijas (U.F.), donde cada una de ellas corresponde al costo de medio litro de nafta premium, según el precio fijado por el Automóvil Club Argentino (ACA).
Si las multas no se pagan, se generan intereses y recargos que aumentan la deuda.
Además, la falta de pago puede resultar en la restricción de la licencia de conducir, la imposibilidad de realizar trámites vehiculares y el embargo de bienes en casos extremos.
También se pueden acumular infracciones, lo que agrava aún más la situación financiera del infractor.
El menú restante de las multas dispuestas en la Ciudad de Buenos Aires es:
- Exceso de velocidad (más de 20 km/h sobre el límite permitido): $32.997,30
- Exceso de velocidad (más de 150 km/h): hasta $1.885.560
- Mal estacionamiento: $47.139
- Pasar un semáforo en rojo: entre $94.179 y $707.085
- Obstrucción de rampas para discapacitados: $141.417
- Obstrucción de carriles exclusivos: $65.994,60
- No tener la VTV: $47.139
- VTV vencida: $47.139
- Licencia de conducir vencida: $70.708,50
- No portar licencia de conducir: $23.569,50
Vidrios polarizados
Otra de las prohibiciones punibles en CABA, que no suelen ser tenidas en cuenta por los automovilistas, es la de tener los vidrios totalmente polarizados.
Implica una multa de 50 Unidades Fijas que, a valores actualizados a octubre de 2024, equivale a $31.510.
La tonalidad habilitada es aquella que “permite el paso de la luz y que los otros conductores puedan ver a través de él”.
Es decir, no estarían permitidas las polarizaciones casi espejadas, pero sí un vidrio un tanto más oscuro.
Asimismo, está prohibido alterar al parabrisas delantero.
Todos los demás vidrios del auto pueden ser oscurecidos –siguiendo la regla antes citada– a excepción del de adelante, el cual no debe tener alteración alguna.
“Es para poder prevenir situaciones de peligro que se estén desarrollando más adelante”, explicaron responsables de Tránsito.
Pero eso no es todo, vienen de Europa nuevas tendencias en la seguridad vial, como considerar infracción que se pegue en la luneta trasera el cartel de “se vende”.
Se la trata como una infracción grave que puede acarrear multas de hasta 200 euros.
Puede obstruir la visibilidad y distraer la atención de quienes circulan detrás, con lo que aumentaría el riesgo de accidentes.
Si el vehículo está estacionado en la vía pública con el cartel de “Se vende”, la competencia para sancionar la infracción pasa a ser del municipal.
En este caso, la multa puede ser aún más elevada, alcanzando los 1.000 euros en algunas comunas. Incluso, se puede llevar el vehículo con la grúa.
En Argentina, por ejemplo, se popularizó el uso de una botella de agua en el techo del auto para indicar que está en venta.
Esta práctica, surgida en la década de 1940 para evitar pagar altos impuestos, evolucionó hasta convertirse en una especie de código entre conductores.