La puja por el liderazgo del Partido Justicialista (PJ) se intensifica en la antesala de las elecciones internas convocadas para el 17 de noviembre. En ese contexto, la candidata Cristina Kirchner, quien busca recuperar el control del partido, reservó el nombre de la lista “Primero La Patria”, color “Celeste y Blanca” y el Número 2. Esta acción reafirma su intención de liderar el PJ, mientras sigue cosechando apoyos de varios gobernadores, intendentes y legisladores que se alinean detrás de su figura. Del otro lado, Quintela sigue preparándose para la interna.
El pedido lo hicieron los apoderados de la ex vicepresidenta, Anabel Fernández Sagasti, Teresa García y Gustavo Arrieta.
En la vereda opuesta, Ricardo Quintela, gobernador de La Rioja, se presenta como un competidor decidido y no muestra señales de retroceder, a pesar de que entiende que lo ideal sería evitar la interna. “No pienso retirar mi candidatura”, afirmó en el final de la semana pasada, mientras la posibilidad de un acuerdo entre ambos parece cada vez más remota. Quintela busca posicionarse como una alternativa al kirchnerismo, apoyado por un sector de dirigentes que observa en su candidatura una oportunidad para cuestionar el dominio de la ex presidenta.
La actividad territorial de la expresidenta, que incluyó una reciente visita a La Matanza, llamó la atención en el entorno del gobernador bonaerense, Axel Kicillof, quien se mantiene neutral todavía en la contienda por el PJ pero viene marcando distancia con La Cámpora hace rato. La estrategia de CFK no sólo busca sumar apoyos, sino también levantar su presencia nuevamente en un contexto donde se aproxima el cierre de listas. La falta de un acuerdo entre Kirchner y Quintela no ayudaría al escenario de unidad que se busca construir en el peronismo de cara a las elecciones legislativas 2025.
En el seno del peronismo, muchos dirigentes comienzan a preguntarse sobre la viabilidad de una elección interna, considerando los costos y la logística que ello conlleva. Sin embargo, la resistencia de Quintela, con menor representatividad en las provincias, refleja un deseo de cambio en una porción de las estructuras del partido. En esa misma línea, algunos dirigentes del peronismo consideran que si hay un momento indicado para definir las internas es este, para luego alinear la unidad que busque enfrentar al gobierno de Javier Milei.
A medida que se acerca la fecha de las elecciones, la tensión entre ambos líderes se vuelve palpable. Quintela reconoció que recibió un llamado del secretario de Cristina Kirchner pero que lo vio por la madrugada, y que dejaría pasar el fin de semana para luego comunicarse con ella este lunes. Sin embargo, por el momento no trascendió que se hubiera concretado esa comunicación.
No obstante, el gobernador en todo momento buscó desligarse de ser tildado como quien le hace una interna a la exvicepresidenta. Para él, ella “se rebaja” al pretender conducir el PJ, porque ella está “por encima” del PJ, y su candidatura tiene que ver con que no se había enterado antes de las intenciones de Fernández de Kirchner. Ahora, con el apoyo de algunas provincias, pareciera animarse a dar la pelea.