La compañía, especializada en tecnología y ciberseguridad, proyecta un crecimiento anual de dos dígitos en la región. Celebrará en 2025 seis décadas de operación en América Latina y 30 años en Argentina, donde buscan fortalecer su presencia.
La multinacional francesa, especializada en tecnología avanzada, ciberseguridad e identidad digital, se consolida como un actor estratégico en diversos sectores a nivel global y regional. Con presencia en más de 70 países y más de 80.000 empleados, Thales desarrolla soluciones críticas que abarcan desde la industria aeroespacial y la defensa hasta la gestión de sistemas financieros y la biometría. A continuación, Luciano Macaferri Rodrigues, recientemente designado vicepresidente para América Latina, detalla los planes de expansión de la compañía y el rol clave que jugará la región en su estrategia de crecimiento.
Periodista (P): ¿Cómo opera actualmente la compañía y qué áreas de negocios abarca?
Luciano Macaferri Rodrigues (L.M.R.): Thales es un grupo internacional con sede en Francia, presente en casi 70 países y con más de 80.000 empleados. Básicamente, nos dedicamos a desarrollar tecnología que brinda confianza a nuestros clientes en momentos críticos. Trabajamos en tres mercados que consideramos fundamentales. En el aeroespacial, por un lado, tenemos soluciones para todo lo que vuela: aviones, helicópteros y satélites, por ejemplo. Pero también contamos con tecnología de soporte en tierra para garantizar la seguridad de los vuelos. Acá entran en juego productos como los radares y las radioayudas. Podemos decir con orgullo que dos de cada tres aviones en el mundo despegan y aterrizan gracias a tecnología de Thales. Después tenemos el sector digital, que abarca ciberseguridad e identidad digital. Trabajamos en sistemas de pago, desde la producción de tarjetas hasta las soluciones digitales detrás de ellas. También estamos muy presentes en el mercado de la comunicación móvil con la fabricación de SIM cards y las herramientas de seguridad asociadas. Además, desarrollamos soluciones en biometría y documentación. Para nosotros, la ciberseguridad es clave porque el mundo digital genera cada vez más riesgos, y nos adaptamos constantemente a las nuevas amenazas. Por último, operamos en el mercado de defensa y seguridad, donde nuestros principales clientes son las fuerzas armadas, las fuerzas aéreas y los ejércitos de varios países. Este segmento incluye desde sistemas militares complejos hasta equipamiento estratégico. La región latinoamericana es muy importante para nosotros, y el año próximo cumplimos 60 años de presencia en la región y 30 años en Argentina, lo que refleja el compromiso que tenemos con el desarrollo local.
P.: En Argentina, las fuerzas armadas son uno de sus principales clientes. ¿Qué tipo de soluciones les proveen?
L.M.R.: Podríamos decir que estamos en casi todo, desde las profundidades del océano hasta la inmensidad del espacio. Ofrecemos desde sonares y radares, hasta equipos de guerra electrónica y carros de combate. En Argentina tenemos radares en la costa y las fronteras, que se utilizan para monitorear actividades ilícitas. También contamos con sistemas de guerra electrónica a bordo de los aviones, que interfieren las comunicaciones. Además, en Ezeiza y otros aeropuertos del país operamos radares para gestionar el tráfico aéreo. En el mercado digital, nuestra presencia también es relevante: desarrollamos tarjetas de pago y soluciones de ciberseguridad. Actualmente, en Argentina tenemos una oficina con alrededor de 50 personas. En la misma línea, recientemente designamos a Luis Mongini como nuevo director general para el Cono Sur, una región que incluye Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay. Lo interesante es que Luis es el primer argentino en asumir esta posición, y estará basado en Buenos Aires, liderando las estrategias de crecimiento para estos mercados.
P.: ¿Cuáles son los planes de la empresa a nivel global y regional?
L.M.R.: Asumí la vicepresidencia para América Latina el 1° de septiembre, en un contexto de crecimiento sostenido del grupo. Nuestro objetivo global es mantener un ritmo de crecimiento anual del 10%. En la región, buscamos un crecimiento total de 60% en los próximos cuatro o cinco años. Es un desafío ambicioso, pero estamos convencidos de que la región tiene un gran potencial y muchas oportunidades para Thales.
P.: ¿Cómo evalúan el entorno de negocios en Argentina?
L.M.R.: En 2023 hubo elecciones, y sabemos que esos años suelen ser de transición. Sin embargo, con un nuevo gobierno se abre una ventana para trabajar en conjunto en proyectos estratégicos. Esto no pasa solo en Argentina, es algo común en toda la región. Entre 2022 y 2023 logramos un crecimiento del 19% en América Latina, y para el período 2023-2024 esperamos un incremento superior al 50%. Argentina es una de las economías más importantes para nosotros, así que tenemos una expectativa muy positiva para los próximos años.
P.: La biometría genera bastante controversia en algunos países. ¿Qué postura tiene Thales al respecto?
L.M.R.: Tenemos una gran experiencia en biometría. No solo desarrollamos motores biométricos para sistemas de control migratorio, sino también soluciones para pasaportes, documentación y sistemas de inmigración. Es cierto que la biometría puede generar tensiones, especialmente por las regulaciones de privacidad que varían de un país a otro. Nosotros siempre trabajamos dentro del marco normativo de cada país. Por ejemplo, en las últimas Olimpíadas en Francia, nuestra tecnología fue clave para garantizar la seguridad y el control de accesos. En Argentina, ya estamos colaborando en proyectos relacionados con seguridad migratoria y tenemos clientes bancarios que utilizan nuestras soluciones biométricas.
P.: ¿Qué novedades están desarrollando en el campo de la ciberseguridad?
L.M.R.: Es un tema muy interesante. Hace unos años, las ciudades y los gobiernos empezaron a colocar cámaras y radares para recopilar información. Eso funcionó durante un tiempo, pero hoy gestionar decenas de miles de sensores se vuelve imposible para cualquier ser humano. Por eso, la inteligencia artificial (IA) y el big data se volvieron fundamentales. Ahora estamos desarrollando soluciones que permiten anticipar eventos a partir del análisis de datos en tiempo real. Por ejemplo, la IA puede procesar la información de 30.000 cámaras y 10.000 radares al mismo tiempo, algo que sería inviable para una persona. Gracias a estas tecnologías, podemos hacer predicciones y mejorar la toma de decisiones. Además, estamos explorando las posibilidades de la computación cuántica, que promete revolucionar tanto la ciberseguridad como otros campos tecnológicos.