La actual Gerente General de Natura, Verónica Marcelo, tiene una rica historia detrás, arrancó como consultora y logró escalar hasta su actual posición. Su historia y visión en diálogo con Ámbito.
En una conversación exclusiva con Ámbito, Verónica Marcelo, Gerente General de Natura en Argentina, comparte las estrategias y desafíos que enfrenta la compañía en un mercado en constante evolución. Bajo su liderazgo, Natura ha fortalecido su presencia en el país a través de innovadoras iniciativas digitales, el crecimiento de su canal de venta directa y una expansión sostenida en el sector retail. Con una visión que combina crecimiento económico y compromiso con la sostenibilidad, Marcelo profundiza en los proyectos que apuntalan el futuro de la empresa.
Periodista (P.): ¿Cómo fue el camino de pasar de consultora a gerente general de Natura?
Verónica Marcelo (V.M.): Con la venta directa y los cosméticos no tenía ninguna relación, estudié licenciatura en turismo y trabajaba en ese sector. Tuve mi segunda hija, y el día en que nace Jimena, tuve mi primer contacto con Natura porque nos regalaron un estuche de la línea “Mamá y Bebé”. Nos encantaron los productos. Meses después, mi marido dijo “Jimena no huele igual” y llamó a Natura para comprar la colonia de nuevo. Al día siguiente me llamaron de Natura; fueron muy hábiles, porque en ese momento, hace 24 años, Natura tenía solo seis años en Argentina y era muy poco conocida. Una supervisora de ventas vino a casa, me mostró los productos y me invitó a un showroom. Ese mismo día me anoté como consultora para revender. Inicialmente, pensé en los productos para mi, pero los vendí. Decidí seguir como consultora y, años después, recibí una carta en un pedido en la que buscaban supervisoras de venta en mi zona. Mandé mi CV un domingo y quedé en el proceso. Comencé como supervisora, estuve dos años, y luego pasé a ser gerente de ventas. Fue la posición en la que más tiempo estuve, hasta que me ofrecieron un desafío regional como gerente de marketing y entrenamiento para los equipos regionales. En 2016, fui invitada a ser gerente comercial en Argentina, y finalmente, el 13 de marzo de 2020, tomé la posición actual de gerente general, todo un desafío porque una semana después se declaró la pandemia y cambió rotundamente las proyecciones que teníamos del negocio.
P.: ¿Qué cree que valoró la empresa para que llegaras a ese lugar? ¿Soñóe con alcanzar esta posición?
V.M.: La verdad es que Natura me sorprendió. Cuando empecé como consultora, no sabía si iba a poder porque no tenía experiencia en ventas. Luego, como supervisora, me enfrenté a otra responsabilidad, pero siempre pensé en el paso a paso, preparándome. Soy muy curiosa, así que en cada posición busqué fortalecerme. Siento que mi desarrollo fue en parte por mi propio impulso y en parte por el espacio que me dio la empresa para desarrollarme. Mi experiencia en cada posición me permitió valorar el trabajo de campo. Hoy, en las decisiones que tomo, esa cercanía con el cliente y los consultores está presente.
P.: ¿Cómo analiza la transformación de Natura, que pasó de venta 100% directa a varios canales como web y WhatsApp?
V.M.: Creo que si te quedas sin abrazar lo nuevo, te quedas atrás. La transformación del negocio fue parte natural de la evolución. Cuando empecé, los pedidos se hacían sin celulares, algunos grababan pedidos en el contestador del teléfono fijo. Si Natura se hubiera quedado ahí, hoy no existiría. La marca creció, y aunque Natura es conocida, aún hay clientes que dicen “no encuentro los productos”. Hoy tenemos tiendas, venta directa y otros canales, porque cada cliente busca experiencias diferentes. Si queremos hacer crecer a Natura, tenemos que estar donde está el cliente, pero eso no significa abandonar la venta directa, que es un modelo que impulsa el emprendimiento seguro.
P.: Cambió el consumidor también, sobre todo las nuevas generaciones van hacia el canal online
V.M.: Sí, el cliente busca inmediatez, y eso lo vemos en todas las generaciones. Hemos agilizado los tiempos de entrega, los consultores pueden hacer pedidos en distintos momentos. El cambio cultural es importante: los clientes ya no son solo una venta, son relaciones de largo plazo. Lo bueno que hoy tiene Natura es que las consultoras y consultores tienen opciones variadas para atender al cliente según sus necesidades.
P.: ¿Cómo es la realidad de los emprendedores en el contexto actual?
V.M.: El modelo de venta directa es bastante resiliente. Argentina tiene una cultura emprendedora y la venta directa es un emprendimiento seguro con una inversión inicial baja. Damos respaldo y herramientas a nuestros consultores, desde catálogos digitales, cursos de finanzas y digitalización, hasta herramientas de pago. Facilitamos el desarrollo de estos emprendedores independientes, incluso sin exclusividad con la marca. Actualmente nos estamos manteniendo en 300.000 consultores, sumando tanto los que siguen el modelo tradicional como los digitales. Es un tamaño adecuado para el país.
P.: ¿Cuál es su balance del año?
V.M.: Cada año hacemos proyecciones. Este fue un año atípico, de etapas distintas. El primer trimestre fue complicado, de alta inflación y un consumo débil. También veníamos de estar adheridos al programa Precios Cuidados y tuvimos que poner el foco también ahí en readecuar nuestros precios, pero a partir de abril vimos una estabilización y resultados mejores de lo esperado. Aunque no fue un año de crecimiento, Natura en Argentina sigue adelante, apostando al país.
¿Cuáles son las proyecciones y proyectos de Natura para el próximo año en Argentina?
V.M.: Para el año que viene, Natura tiene varias metas que se alinean con nuestro compromiso de crecimiento y sostenibilidad. Primero, seguiremos expandiendo el canal de retail, abriendo nuevas tiendas y stands en ubicaciones estratégicas en el país. Hacia fin de este año tendremos 14 tiendas, queremos consolidar aún más nuestra presencia y acercarnos a nuestros clientes con experiencias físicas donde ellos están. Además, planeamos robustecer nuestra presencia en marketplaces y fortalecer las herramientas digitales para los consultores, como el programa de ‘WhatsApp Commerce’, que ya está en fase piloto y tendrá un mayor despliegue en 2025. Otro gran proyecto es la plataforma de venta directa, la cual estará más integrada para facilitar el trabajo de nuestros consultores. En términos de productos, continuaremos apostando por líneas sustentables, como Biome, y desarrollando innovaciones locales que impulsen tanto el cuidado ambiental como el impacto positivo en las comunidades. A pesar de las fluctuaciones económicas, somos optimistas y creemos firmemente en el potencial de crecimiento, en la fortaleza del equipo y en la capacidad de los argentinos de abrazar el cambio y adaptarse a nuevos desafíos. Cambiaron las reglas de juego, este año tuvimos que salir a atraer el consumo, pero creo que con una inflación más estabilizada, y si se dan alguna condiciones, con reglas más claras, indefectiblemente la actividad va a repuntar.
P.: ¿Cómo trabaja Natura para fortalecer sus iniciativas de sustentabilidad y cuál es el compromiso hacia el futuro en este aspecto?
V.M.: La sustentabilidad siempre ha sido central en la filosofía de Natura, pero cada año nos exigimos dar un paso más. Creemos firmemente en que la sustentabilidad y la rentabilidad pueden ir de la mano; para nosotros no se trata solo de reducir el impacto ambiental, sino de mejorar las condiciones que ya existen. Desde nuestra fundación en 1969, hemos mantenido este compromiso y ahora hablamos no solo de evitar el daño, sino de regeneración. Por ejemplo, la nueva línea Biome apoya la producción sostenible de aceite de palma en comunidades rurales. A lo largo de toda nuestra cadena de valor, nos esforzamos por reducir el impacto ambiental. De hecho, hemos encontrado que el mayor impacto ocurre después del consumo, en los hogares. Es allí donde trabajamos con los consumidores para fomentar hábitos sostenibles. Queremos que cada producto nuevo tenga un menor impacto que su antecesor, y buscamos transmitir esta conciencia a nuestros clientes, cada vez más informados y comprometidos.
P.: ¿Qué consejo le darías a una mujer emprendedora?
V.M.: A veces todas tenemos ese “síndrome del impostor” y nos cuesta creer que podemos. A mí me ayudaron la perseverancia, la constancia y la red de apoyo que encontré en mi camino. Capacitarme todo el tiempo fue clave, y no tener miedo de decir “no sé, pero quiero aprender”. Mi consejo es que no se auto-limiten, que se animen, persistan en sus sueños y se apoyen en las redes de otras mujeres.