El reciente retiro de la misión argentina de la COP 29 en Bakú, Azerbaiyán, por orden del presidente Javier Milei, generó un profundo rechazo en diversas esferas políticas y sociales nacionales e internacionales. Esta decisión, que marca un preocupante distanciamiento del país respecto a las negociaciones climáticas globales, pone en jaque no solo la posición internacional de Argentina, sino también los intereses y necesidades de las provincias, de que enfrentar desafíos directos debido al cambio climático.
La COP, como órgano supremo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, es un espacio esencial para coordinar acciones frente a la crisis climática. Este foro no solo permite a los países expresar sus circunstancias particulares, sino que abre oportunidades para acceder a fondos internacionales destinados a mitigación, adaptación y financiamiento climático. La ausencia argentina en Bakú, limita gravemente nuestra capacidad de influir en decisiones globales clave y perjudica las posibilidades de acceso a recursos fundamentales.
Una respuesta contundente desde el COFEMA
Frente a la sorpresiva decisión del presidente Milei de retirar a la delegación argentina de la COP 29, las provincias reaccionaron con rapidez y firmeza. En la Asamblea Extraordinaria del Consejo Federal de Medio Ambiente (COFEMA), La Pampa, a través de su representante, la secretaría de Ambiente y Cambio Climático Vanina Basso, logró incluir este grave problema para su tratamiento. En dicha Asamblea, se discutió y aprobó la Resolución N°550/2024, que expresa un enérgico rechazo de las provincias a esta medida unilateral que margina al país de un espacio clave en las negociaciones climáticas internacionales, poniendo en evidencia que la decisión presidencial no responder a una estrategia consensuada ni a los intereses federales.
La resolución destaca que la ausencia de Argentina no solo limita su capacidad de influir en las decisiones globales sobre cambio climático, sino que también afecta directamente a las provincias, que dependen de estos foros para acceder a mecanismos de financiamiento climático y apoyo técnico para enfrentar los desafíos ambientales.
El COFEMA demostró así que el compromiso ambiental no puede quedar expedito a las decisiones de una administración central que actúa en contra de los intereses federales. En su lugar, reafirmó la necesidad de una estrategia coordinada que permita a los gobiernos subnacionales mantenerse como actores relevantes en el ámbito internacional, en defensa de sus territorios y del bienestar de sus comunidades.
Las implicancias del retiro en el marco de la COP 29
La falta de representación argentina afecta no solo a las negociaciones actuales, sino también a la percepción internacional del país como socio confiable en la lucha contra el cambio climático. En un contexto donde países como Brasil y Chile refuerzan su presencia, el vacío dejado por Argentina es evidente y preocupante. Las distintas acciones climáticas desarrolladas y por desarrollar en las provincias necesitan respaldo en el ámbito internacional, donde las negociaciones multilaterales definen estrategias y mecanismos de financiamiento.
La retirada de la delegación nacional no solo representa un vacío de liderazgo, sino que priva a las provincias de una voz que las conecta con los compromisos globales y les permite acceder a oportunidades de desarrollo sostenible. Esta decisión de Milei envía un mensaje equivocado al mundo ya las provincias que dependen de estas instancias para promover soluciones frente a los impactos del cambio climático. Es imperativo que el Gobierno nacional garantice la participación en futuras cumbres.
Mientras tanto, las provincias como La Pampa demuestran que el compromiso ambiental no debe depender de la visión unilateral de un gobierno nacional, sino de un esfuerzo conjunto que articule los niveles subnacionales.