En medio de una campaña por eliminar cualquier referencia al peronismo y al kirchnerismo, el gobierno de Javier Milei confirmó en las últimas horas que está evaluando demoler el edificio donde funcionó el desaparecido Ministerio de Desarrollo Social, emplazado sobre la Avenida 9 de Julio y que posee dos imágenes de Eva Perón en su fachada.
“La demolición del edificio que está en medio de la 9 de Julio no es nueva. Hace décadas que la escuchamos hablar. Me acuerdo de cuando yo era concejal en la ciudad de Buenos Aires allá por los noventa y era un tema que siempre estaba en discusión”, indicó el jefe de Gabinete de ministros, Guillermo Francos, este sábado en diálogo con Radio Mitre.
Luego aseguró que se trata de “un edificio que está en muy malas condiciones” y que además “entorpecía el tránsito dentro de una avenida troncal y central en la Ciudad”.
Además el funcionario reveló que la persona que lleva adelante el proyecto de demolición es la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello. “Ha planteado que está analizando toda la infraestructura disponible que tiene su ministerio en todos los ordenes y está analizando la necesidad de tener o no tener ese edificio enorme, que tiene un costo de funcionamiento enorme”. “Ella será la que le proponga al Poder Ejecutivo cómo seguir con ese predio”, añadió.
De esta manera, se oficializó la intención del Gobierno de derrumbar una construcción inaugurada en 1936, que fue primero sede del Ministerio de Obras Públicas y posteriormente de Desarrollo Social, cartera que fue absorbida en la actualidad por Capital Humano.
Incluso distintos integrantes de la gestión libertaria utilizaron las redes sociales para celebrar que se avance con la demolición del inmueble, ubicado sobre 9 de Julio entre calle Moreno y Avenida Belgrano en el barrio porteño de Monserrat. Uno de los primeros en referirse a la novedad fue el legislador porteño Ramiro Marra quien compartió en X un montaje donde se ve al edificio siendo dinamitado.
Por su parte, el también legislador de la Ciudad de Buenos Aires, Yamil Santoro, calificó a la edificación como “adefesio fascista” y se ilusionó también con el derrumbe del mismo.