Un empleado estatal fue condenado este jueves a un año de prisión de cumplimiento efectivo como autor del delito de hurto calificado por escalamiento, ya que –tras saltar un portón– sustrajo ropas y calzados de un depósito del Ministerio de Educación.
La sentencia contra Carlos Alberto Bafundo, de 46 años, fue dictada por el juez de audiencia santarroseño, Gastón Boulenaz, luego de la realización del juicio oral. Con las pruebas surgidas del debate, el magistrado dio por probado que el pasado 17 de mayo, el imputado ingresó al depósito, ubicado en la calle Chaco, luego de saltar un portón de 2.40 metros de altura situado en la calle Tierra del Fuego, y se apoderó de diez cajas de zapatillas, un pantalón y una camisa. Cuando fue detenido tenía esas prendas en su poder.
El magistrado dispuso además, en la parte resolutiva, la detención inmediata de Bafundo –que registra antecedentes penales– una vez que el fallo quede firme y/o en condiciones de ser ejecutado. La versión del acusado en el juicio fue que circulando en una moto, vio a una persona revolear una bolsa y que la levantó y se dirigía hacia la Seccional Segunda a entregarla.
El fiscal Oscar Cazenave, en el alegato de cierre, había requerido una pena de un año efectiva, en función de las “circunstancias de tiempo, modo y lugar dónde se desarrollaron los hechos” y del antecedente de sanción a dos años de prisión en suspenso en un caso de violencia de género.
El Ministerio Público Fiscal planteó que Bafundo conocía el lugar por trabajar allí y que, por consiguiente, sabía “su dinámica y también que en ese horario (19.30) no habría gente ni resistencia al apoderamiento”. Agregó que no hubo circunstancias atenuantes para él, más allá de su versión de lo sucedido.
El defensor particular Juan Carlos Resia, en cambio, pidió la absolución por considerar que el imputado no tuvo responsabilidad en el hurto agravado; resaltando que no hubo testigos que lo identificaran saltando el portón.
Boulenaz, al evaluar las pruebas, consideró como “un aporte sustancial” la declaración de una testigo, que afirmó que vio a un hombre arrojar desde adentro una bolsa negra y luego trepar el portón, agarrar la bolsa e irse en una moto; remarcando que vestía una campera negra y llevaba una mochila azul y un casco negro. Con esos detalles precisos, la policía aprehendió a Bafundo a cinco cuadras de distancia.
“Existió una secuencia espacio/temporal que desacreditó la pretensión de la defensa y, por el contrario, confirmó la hipótesis punitiva del fiscal –finalizó el magistrado–. Así, quedó acreditado que el hombre que vestía la campera roja, que trepó el portón, que arrojó la bolsa de nylon negra y que luego se marchó en una moto Honda Fan color negra y casco negro fue la misma persona aprehendida en avenida Spinetto y Provincialista, siendo identificado como Carlos Alberto Bafundo”.