El Frigorífico de Santa Isabel, especializado en la faena de pequeños animales como ovinos y caprinos, enfrenta una difícil situación económica que ha llevado a la reducción de su personal. A pesar de esta coyuntura, el subsecretario de Asuntos Agrarios, Ricardo Baraldi, aseguró que la empresa no tiene previsto cerrar sus puertas.
Para afrontar la crisis, se habilitó un programa de retiros voluntarios dirigido al personal con mayor antigüedad. Baraldi explicó en declaraciones a CPEtv: “Como toda empresa, estamos sufriendo los avatares de las economías, tanto macroeconómicas como nacionales y provinciales. El frigorífico opera principalmente en épocas zafrales, con la producción de ovinos y caprinos, que se concentra en las festividades. Fuera de esas temporadas, buscamos diversificar la producción para mantener las operaciones”.
El subsecretario detalló que las exportaciones, que incluían envíos a Kuwait, Omán y Bahamas, se detuvieron el 26 de noviembre debido a la falta de demanda externa provocada por los altos costos en Argentina.
“El último contenedor salió a fines de noviembre, pero desde entonces los exportadores nos informaron que no tienen más productos vendidos, principalmente por el impacto del tipo de cambio. Hoy Argentina está caro, y eso dificulta la colocación de nuestra producción en el exterior”, lamentó.
Además, señaló que la planta enfrenta dificultades para reanudar la faena programada tras el receso vacacional: “No se consiguen animales en la zona, y los que hay tienen un costo que supera nuestra capacidad de pago. Hoy, el precio comercial de un chivo o un cordero oscila entre 60.000 y 80.000 pesos, pero la planta no puede pagar más de 25.000 pesos por unidad”.
Costos y ajustes de personal
Baraldi también destacó el impacto del aumento de los costos operativos, como la electricidad, el gas y otros servicios básicos. Actualmente, la planta emplea a 23 personas, pero la reducción de la faena ha generado un excedente de personal.
“En el pico máximo de producción llegamos a procesar dos contenedores mensuales, lo que llevó a incorporar más personal. Sin embargo, con la caída de la faena y los costos actuales, el directorio decidió reducir la planta”, explicó.
El plan de retiros voluntarios incluye el pago de 12 meses del 70% del salario, además de las cargas sociales asumidas por la empresa.
Continuidad garantizada
A pesar de las dificultades, Baraldi aseguró que la continuidad del frigorífico no está en riesgo: “El frigorífico está habilitado al 100% para exportación a diversos países, y seguiremos operando”.
Finalmente, expresó su preocupación por la falta de políticas nacionales favorables para el sector: “Como funcionario público, me alarma la ausencia de apoyo a las industrias y a los productores primarios. Parece que dentro de las políticas del gobierno actual, el campo y la industria no tienen lugar”.