En el marco de la represión a la marcha de jubilados, la policía detuvo a dos menores de edad que salían del colegio: Armando (12 años) y Lautaro (14 años), estudiantes de una escuela técnica en la calle Lavalle.
Los chicos, al encontrarse con todas las cuadras cortadas y sin colectivos disponibles, decidieron caminar hasta Plaza de Mayo. Allí, escucharon los disparos, se asustaron y empezaron a correr, relató Mariana Gómez, madre de Lautaro.
La detención: una confusión y un abuso policial
Según la versión policial, los acusaron de tirar piedras contra la Casa Rosada. Sin embargo, Mariana explicó que uno de los chicos llevaba un mate, que se le cayó al suelo al correr, y que la policía lo confundió con un proyectil.
Testigos filmaron el momento en que los adolescentes fueron retenidos contra las rejas de la Casa Rosada, con las manos atadas en la espalda. En las imágenes se observa que junto a ellos había un termo, no piedras.
“Se les tiraron encima para ponerles precintos, a pesar de que era evidente que eran nenes”, denunció Mariana. Además, señaló que los chicos estuvieron dos horas en el piso antes de que intervinieran abogados para lograr su liberación.
“Si les hubieran revisado las mochilas, solo habrían encontrado útiles”
Los menores fueron liberados recién a las 21:00, luego de que su madre firmara un acta en disconformidad, ya que en el documento figuraba la acusación de que tiraron piedras, algo que los chicos y los testigos desmintieron.
“Mi hijo, de los nervios, no se acordaba mi número. Tenía el celular en el bolsillo, pero no se lo dejaban agarrar”, explicó Mariana.
Detenciones al voleo para justificar la represión
Este caso expone la desproporción de los operativos antipiquetes impulsados por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Según la denuncia de la madre y testigos, las detenciones al azar buscan instalar la idea de que la policía controla “bandas de violentos” que supuestamente asisten a las marchas “preparados para matar”, como afirmó la ministra.
“Si les hubieran revisado las mochilas, solo habrían encontrado útiles escolares”, concluyó Mariana, indignada por el trato que recibieron los menores en manos de las fuerzas de seguridad.