Una pareja, junto con sus dos hijos pequeños, se apoderó por segunda vez de una vivienda en el Barrio Norte de la localidad, generando malestar en los vecinos y quienes esperan una oportunidad de acceder a una casa. El hecho ocurrió durante la noche del miércoles, y la familia usurpante ya había protagonizado un episodio similar seis años atrás, cuando bajo la gestión de Roxana Lercari, ocuparon una propiedad.
En aquel momento, la municipalidad intervino otorgándoles un departamento construido en un terreno de la madre de la mujer. Sin embargo, la situación dio un nuevo giro cuando la mujer cedió esa propiedad a su hermana, quien llegó recientemente a Realicó y, al parecer, se hizo con la vivienda que había sido adjudicada a otra familia en el nuevo barrio entregado esta semana.
Malestar en la comunidad
La situación generó una fuerte indignación entre muchas familias que aún esperan poder acceder a una vivienda propia. “Esta mujer no es de aquí y lo único que busca es que le den una casa. Es muy injusto, porque debería esperar como lo hicimos nosotros”, comentaron varios vecinos, visiblemente molestos.
Fuentes cercanas al caso informaron que la vivienda usurpada pertenece a la comuna y está ubicada en la calle Alberdi, casi esquina Remedios de Escalada. La familia que originalmente habitaba la casa se había mudado hace minutos al nuevo barrio, dejando la propiedad vacía. Según se informó, los usurpadores habrían conseguido una llave de la puerta trasera y habrían amenazado a los encargados para que les otorgaran una vivienda en el barrio, en lugar de abandonar el inmueble.
El antecedente de la familia usurpante
La familia ya había sido beneficiada anteriormente con asistencia estatal durante la administración de Roxana Lercari. Según la mujer involucrada, la comuna les construyó un departamento, pero lo cedieron a su hermana, quien no contaba con recursos. Algunos vecinos señalaron que la hermana llegó desde otra localidad hace pocos días y sospechan que la usurpación estaba planificada.
Lo más preocupante es que la casa usurpada estaba destinada a una persona con discapacidad severa, lo que ha sumado más críticas a la situación.
Una polémica que no cesa
El acto de usurpación ha provocado una gran controversia en la comunidad, pues muchos consideran que la situación refleja una falta de equidad en la distribución de viviendas. La presión sobre las autoridades locales aumenta, mientras familias que llevan años esperando un hogar se sienten abandonadas por el sistema.