Fuerte oposición pampeana a los proyectos mineros en Mendoza

La Fundación Chadileuvú (Fuchad) manifestó su rechazo a los emprendimientos mineros proyectados en el sur mendocino, específicamente en el área conocida como Malargüe Distrito Minero Occidental I y II. La organización ambiental advirtió sobre los graves riesgos que estas iniciativas representan para el ecosistema hídrico de la región y solicitó que los estudios de impacto […]

La Fundación Chadileuvú (Fuchad) manifestó su rechazo a los emprendimientos mineros proyectados en el sur mendocino, específicamente en el área conocida como Malargüe Distrito Minero Occidental I y II. La organización ambiental advirtió sobre los graves riesgos que estas iniciativas representan para el ecosistema hídrico de la región y solicitó que los estudios de impacto ambiental sean realizados por instituciones académicas independientes, con criterio científico y sin injerencia de intereses económicos.

Durante una conferencia de prensa, referentes de Fuchad explicaron su preocupación por el avance de proyectos de prospección para la extracción de cobre y oro en una zona crítica para el sistema fluvial del oeste argentino. “En esa región se encuentran las nacientes de arroyos y ríos que dan origen al Río Grande, que aporta el 70 % del caudal del río Colorado. Esto nos afecta directamente”, remarcó Alberto Golberg, presidente de la fundación.

Riesgo para la cuenca del Colorado

Desde Fuchad advirtieron que el desarrollo de minería metalífera en zonas cercanas a glaciares y cuerpos de agua representa un riesgo ambiental irreparable, tanto por el uso de sustancias químicas como por la posibilidad de colapsos de diques de cola, como ha ocurrido en tragedias ambientales recientes.

“El problema no es que se busquen minerales, sino dónde se hace y con qué garantías. La actividad minera no puede avanzar en zonas de nacientes fluviales sin poner en peligro a toda la cuenca”, señaló Golberg, quien además subrayó la necesidad de que los informes ambientales no sean elaborados por consultoras contratadas por las empresas interesadas, ya que muchas veces terminan convalidando sin objeciones.

La organización destacó los serios cuestionamientos que distintos organismos científicos, como el IANIGLA y la UNCuyo, realizaron a los estudios presentados: falta de trabajo de campo, información obsoleta, errores metodológicos y omisiones sobre áreas protegidas fueron algunas de las observaciones.

Una audiencia pública en tensión

El fin de semana se realizó una audiencia pública donde participaron más de 300 personas, aunque desde la fundación señalaron que el evento estuvo condicionado por la presencia de asistentes movilizados por el gobierno local con cartelería en apoyo a la minería. “Parecía una puesta en escena para validar decisiones ya tomadas”, lamentaron.

Desde la organización también enviaron una carta formal al gobernador mendocino, Alfredo Cornejo, expresando su preocupación por el impacto potencial sobre el río Colorado. Aún no recibieron respuesta.

“El agua del Colorado es vital para más de 260 mil personas que habitan las provincias de la cuenca media y baja. Su degradación sería una catástrofe sanitaria, productiva y social. En unos años, seremos 300 mil los que dependamos de ella”, advirtieron.

Ciencia en peligro

Durante la conferencia, Fuchad también alertó sobre la crítica situación del sistema científico nacional. “Los estudios que permiten proteger nuestros recursos naturales son fruto de décadas de trabajo. Sin financiamiento y con salarios miserables, los investigadores están abandonando el país. Estamos desmantelando un sistema que costó generaciones construir”, concluyó Golberg.