Jubilaciones en retroceso: el haber mínimo ya es más bajo que en 2001

En un contexto de ajuste fiscal impulsado por el Gobierno nacional, las jubilaciones vuelven a ubicarse en el centro de la preocupación social. La mínima, que hoy apenas supera los $355.000 con bono incluido, ha caído por debajo del poder adquisitivo que tenía en los años más críticos de la historia reciente, incluso situándose por […]

En un contexto de ajuste fiscal impulsado por el Gobierno nacional, las jubilaciones vuelven a ubicarse en el centro de la preocupación social. La mínima, que hoy apenas supera los $355.000 con bono incluido, ha caído por debajo del poder adquisitivo que tenía en los años más críticos de la historia reciente, incluso situándose por debajo del nivel registrado en 2001.

La caída no es solo simbólica: según un informe elaborado por el Centro de Investigación y Formación de la CTA (CIFRA), durante 2024 la jubilación promedio perdió un 10,2% de poder adquisitivo, mientras que la mínima se desplomó un 18,7%. Aunque desde los peores meses de inflación post-devaluación hubo una leve recuperación, el impacto estructural del ajuste sigue generando retrocesos. En los primeros cuatro meses de 2025, el haber promedio es 28,5% menor al de 2015, y el mínimo es 44,5% más bajo.

Congelamiento y abandono

El bono extraordinario de $70.000, que completa los haberes más bajos, se mantiene sin actualizaciones desde marzo de 2024. Mientras tanto, el Congreso Nacional sigue sin avanzar en su actualización, generando una parálisis institucional que afecta directamente a los adultos mayores.

El deterioro también se traslada al salario mínimo, vital y móvil, que en lo que va del actual gobierno perdió más del 30% de su poder adquisitivo. En términos reales, quedó por debajo de los valores de la década del ’90, incumpliendo su función como piso de referencia para los convenios colectivos.

Desde la asunción del nuevo gobierno, hubo cinco reuniones del Consejo del Salario, pero todas terminaron sin consenso y con la Secretaría de Trabajo definiendo aumentos mínimos, alineados a las propuestas empresariales. El resultado: un retroceso sin precedentes en los ingresos básicos.

Un sistema en crisis

El informe elaborado por investigadores de CIFRA-CTA y del CEPA advierte que la nueva fórmula de movilidad jubilatoria vigente desde julio de 2024 cristaliza este deterioro al establecer actualizaciones atadas a una inflación que corre detrás del deterioro acumulado.

“La sustentabilidad del sistema previsional está siendo atacada desde la política salarial”, advirtieron los especialistas, que agregaron que la reducción de ingresos no sólo empobrece a jubilados y trabajadores, sino que debilita la base contributiva del sistema, generando un círculo vicioso de desfinanciamiento.

Mientras tanto, miles de jubilados continúan movilizándose cada semana frente al Congreso, reclamando una recomposición urgente de sus haberes. El reclamo, respaldado por organizaciones sociales y la propia Iglesia, sigue sin respuesta efectiva del Gobierno ni avances legislativos concretos.