A pocas horas de la movilización convocada en Plaza de Mayo en apoyo a Cristina Fernández de Kirchner, organizaciones políticas, gremiales y sociales denunciaron que fuerzas federales están llevando a cabo requisas y retenes en rutas interprovinciales y accesos a la ciudad de Buenos Aires, dificultando e incluso impidiendo la llegada de manifestantes.
Según informaron desde distintas agrupaciones del peronismo, colectivos y vehículos particulares que se dirigían desde diversas provincias fueron demorados o inspeccionados, en algunos casos con retención de documentación. La situación se da un día después de que el gobierno nacional, a través de un decreto, modificara el estatuto de la Policía Federal Argentina (PFA), habilitando controles e inspecciones sin orden judicial previa en el marco de concentraciones públicas.
La marcha, convocada a las 14 en Plaza de Mayo, fue organizada por el Partido Justicialista y sectores aliados tras la confirmación de la prisión domiciliaria para la expresidenta. La movilización se reconfiguró bajo el lema “Por Argentina”, luego de que se descartara una caravana hacia Comodoro Py, y se espera una masiva concurrencia en rechazo a lo que los convocantes consideran una condena “proscriptiva” y “antidemocrática”.
A la movilización adhieren sindicatos, organizaciones sociales y de derechos humanos, partidos de izquierda y referentes del ámbito académico y cultural, en una jornada que busca, además de expresar respaldo a Cristina Kirchner, reforzar la unidad del peronismo y proyectar una estrategia electoral común de cara a los próximos comicios.
Desde el PJ señalaron que los controles en ruta forman parte de una estrategia del gobierno de Javier Milei para debilitar la protesta. “Es un intento de desmovilización mediante la intimidación y el condicionamiento del derecho constitucional a manifestarse”, señalaron desde la organización. Pese a los obstáculos, los organizadores confirmaron que la marcha se realizará tal como estaba prevista.