El Gobierno nacional oficializó una medida histórica que modifica una prohibición vigente desde hace más de dos décadas: mediante la Resolución 460/2025 del SENASA, se habilitó el ingreso de carne con hueso plano a la región patagónica. La disposición ya está en vigencia y permite, bajo condiciones estrictas, el traslado de cortes como costilla, asado y esternón desde zonas del país donde la fiebre aftosa es controlada mediante vacunación.
La resolución fue firmada por el presidente de SENASA, Pablo Cortese, y publicada este viernes en el Boletín Oficial. La medida responde a consultas de las provincias patagónicas y a actualizaciones recientes en el Código Sanitario de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA).
Pese a este cambio, no se trata de un levantamiento total de la barrera sanitaria que protege a la Patagonia como zona libre de fiebre aftosa sin vacunación, sino de una excepción técnica con estricta trazabilidad y bioseguridad. Se mantendrá la prohibición para cortes con hueso largo, como osobuco o lomo con hueso, así como para carne congelada, medias reses y animales enteros.
La autorización alcanza únicamente carne fresca refrigerada que cumpla rigurosos requisitos de origen, maduración, pH, empaque y transporte. Solo podrá provenir de animales nacidos, criados y faenados en zonas libres con vacunación y deberá ser trasladada en vehículos habilitados, bajo inspección documental, control de temperatura e inspecciones físicas.
El protocolo también exige una autorización especial para las plantas frigoríficas interesadas, que deberán validar previamente su sistema ante SENASA.
El destino exclusivo de la carne será el consumo interno dentro de la región patagónica, sin posibilidad de reenvío a otras zonas del país. La medida abarca a Río Negro, Neuquén, Chubut, Santa Cruz, Tierra del Fuego y el partido bonaerense de Patagones, al sur del río Colorado.
Además, la norma establece nuevos requisitos para el ingreso de material reproductivo como embriones y semen. Estos deberán provenir de animales sin síntomas clínicos de fiebre aftosa, vacunados o con pruebas negativas, y mantenerse durante tres meses previos en zonas libres con vacunación, en cumplimiento con las recomendaciones de la OMSA.
Con esta medida, el SENASA busca actualizar los protocolos internos sin comprometer el estatus sanitario de la Patagonia, garantizando un sistema de control riguroso que asegure la bioseguridad del territorio y el abastecimiento de productos cárnicos de alta demanda.