El comercio resiste, pero se encienden alertas por caída en el consumo y riesgo de cierres

Aunque aún no se observa un panorama crítico en el centro de Santa Rosa, comienzan a aparecer locales con carteles de “liquidación por cierre”, una señal preocupante para el sector comercial. Desde la Cámara de Comercio, Industria y Producción de La Pampa (Cacip) y el Centro Empleados de Comercio coinciden en que la situación se […]

Aunque aún no se observa un panorama crítico en el centro de Santa Rosa, comienzan a aparecer locales con carteles de “liquidación por cierre”, una señal preocupante para el sector comercial. Desde la Cámara de Comercio, Industria y Producción de La Pampa (Cacip) y el Centro Empleados de Comercio coinciden en que la situación se mantiene, pero bajo una frágil estabilidad.

La directora de la Cacip, Rosalynd Valenzuela, reconoció que algunos negocios ya cerraron y otros tienen fecha de cierre para fines de julio. Sin embargo, aclaró que el recambio es constante: “Se cerraron algunos locales pero se abrieron otros. En el centro casi no hay locales vacíos, aunque muchos fueron reemplazados”.

En cuanto a los barrios más alejados del casco céntrico, la situación parece menos dramática, aunque no exenta de riesgos. “En la periferia los comercios funcionan con costos fijos bajos porque no tienen empleados. Son atendidos por sus propios dueños. Eso los mantiene en pie, aunque no sabemos por cuánto tiempo más, porque el consumo bajó considerablemente”, explicó.

Valenzuela advirtió que, de continuar esta tendencia, podrían verse aumentos en la tasa de desempleo y más cierres de negocios. “Los comercios familiares siguen funcionando, pero el panorama es incierto”, concluyó.

Estabilidad con tensión

Desde el gremio mercantil, su secretario general Rodrigo Genoni explicó que el sector vive en una dinámica constante de altas y bajas laborales. Aunque admitió que hubo una fuerte caída de puestos a principios de 2024, sostuvo que en el último año la cantidad de empleos se estabilizó.

“No es tan simple como decir que hay una ola de cierres. Hay comerciantes que están resistiendo gracias a sus inventarios y a los ahorros acumulados. Otros abren negocios luego de perder sus trabajos, buscando emprender”, explicó Genoni.

Sin embargo, advirtió que los signos de estrés económico son cada vez más visibles: “Aumentan los pagos mínimos con tarjeta, aparecen cheques rechazados, y muchos están sobreviviendo gracias a las promociones del Banco de La Pampa. Si el financiamiento del BLP desaparece, un 20% del comercio podría caer”.

Un sector que resiste hasta el final

Genoni recordó que el comercio suele ser el último en caer en tiempos de crisis y también el último en recuperarse. “Primero se paraliza el consumo, caen la industria, los servicios, y el empleo público. El comercio aguanta hasta que ya no puede más. En la recuperación ocurre al revés: recién cuando crecen los demás sectores, se empieza a reactivar el comercio”.

Con este panorama, tanto desde el sector empresarial como desde el gremial, advierten que el comercio atraviesa una situación de resistencia, pero no sin riesgos. La caída sostenida del consumo, la falta de empleados en muchos locales y la dependencia de financiamiento a través de bancos marcan un futuro incierto para uno de los rubros más importantes de la economía local.