En la gestión Milei ya se perdieron 150 mil puestos de trabajo formales

El presidente de la Asociación de Pequeños y Medianos Empresarios (APYME), Julián Moreno, advirtió que desde la asunción de Javier Milei en diciembre de 2023 se perdieron 150.000 empleos formales en todo el país. Según explicó, esta caída está directamente vinculada con el modelo económico impulsado por el Gobierno nacional, que afecta fuertemente a la…

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El presidente de la Asociación de Pequeños y Medianos Empresarios (APYME), Julián Moreno, advirtió que desde la asunción de Javier Milei en diciembre de 2023 se perdieron 150.000 empleos formales en todo el país. Según explicó, esta caída está directamente vinculada con el modelo económico impulsado por el Gobierno nacional, que afecta fuertemente a la industria y a las pymes.

“Lo que estamos viviendo es realmente una máquina de destrucción de la industria nacional”, afirmó Moreno durante una entrevista en el programa Un Día de Estos, conducido por Jorge Pizarro en Radio Rivadavia.

Según detalló, el freno a las exportaciones, la apertura de importaciones y los altos costos internos en dólares están dejando fuera de competencia a las empresas argentinas tanto en el mercado externo como en el interno. “Dólar barato, costos caros en dólares si se compara con la producción internacional. Eso te saca del mercado, no te permite seguir exportando y te abren la importación, lo que impide vender incluso en tu propio país”, explicó.

Moreno remarcó que, si el Gobierno logra acceder a los dólares que está buscando, “será el fin de buena parte de la industria nacional que produce productos de consumo final”. También alertó sobre una preocupante transformación del mercado laboral: “Hay una caída del empleo formal. Se perdieron 150.000 puestos y hay una transferencia de unos 300.000 trabajadores del sector formal al informal o precarizado. Son personas que pasaron de tener empleo con derechos a ser monotributistas, repartidores o trabajadores sin protección”.

El titular de APYME concluyó que el país se encamina hacia “un modelo mucho más injusto, precario, con menos derechos, con menos actividad y muy primarizado, donde el sostenimiento de la estructura nacional depende exclusivamente de la recaudación del campo”.