Bajo una llovizna persistente y con el frío como telón de fondo, trabajadores del INTA, de Vialidad Nacional, jubilados y jubiladas se movilizaron este miércoles en Santa Rosa para rechazar el ajuste y el desmantelamiento de organismos nacionales impulsado por el gobierno de Javier Milei.
La protesta fue organizada por la Coordinadora de Jubilados y Pensionados de La Pampa, que desde hace tiempo sostiene sus reclamos semanales. Esta vez, se sumaron los agentes de Vialidad y del INTA, quienes atraviesan una profunda incertidumbre por la disolución y el recorte presupuestario que afectan el funcionamiento de sus instituciones.
Desde las 17:30 comenzaron a llegar manifestantes a las escalinatas de la Universidad Nacional de La Pampa, punto de encuentro simbólico ante los recortes también dirigidos contra las universidades públicas. La marcha incluyó pegatinas frente a la sede del PAMI, un recorrido hasta las oficinas de Vialidad y concluyó con la entonación del Himno Nacional.
Jorge Campanile, referente gremial de Vialidad Nacional, advirtió que el organismo se encuentra desfinanciado desde el inicio de la gestión libertaria. “No podemos cumplir con nuestras tareas por falta de presupuesto e insumos. Lo que hoy el gobierno se ahorra, lo va a tener que gastar en el futuro para reparar rutas deterioradas”, explicó. También alertó que más de 30 mil kilómetros de rutas podrían quedar sin mantenimiento, fuera del alcance de las concesiones previstas por el gobierno.
En La Pampa, Vialidad cuenta con más de 150 trabajadores que desconocen su futuro laboral. A nivel nacional, el organismo emplea a 5.200 personas. Campanile denunció además los informes “falsos” difundidos por los medios y afirmó que acudirán a la Justicia para revertir el decreto que disolvió Vialidad.
Por su parte, Roberto Maldonado, secretario general de Apinta, expresó que el INTA también sufre un proceso de desmantelamiento. “Este gobierno no moderniza nada, viene a destruir. Lo dijeron en campaña, pero muchos no quisieron o no supieron escucharlo. Hoy lo estamos padeciendo”, afirmó.
En la provincia, el INTA emplea a unas 120 personas, y cerca de 40 podrían perder su trabajo en el corto plazo. Maldonado llamó a sostener la lucha y no bajar los brazos: “Es momento de convencer, de sumar a quienes se equivocaron, porque en octubre hay elecciones. Si no revertimos esto, estamos muy complicados”.
La marcha fue una nueva expresión del rechazo social al ajuste sobre organismos clave para el desarrollo, la soberanía y el bienestar de la población.