La interna de la Unión Cívica Radical (UCR) pampeana, en el marco de la definición de candidaturas legislativas, escaló en las últimas horas a un nivel de conflicto sin precedentes, con renuncias, denuncias penales y una causa ya en trámite en la Justicia Federal de Santa Rosa.
La situación estalló tras las acusaciones de irregularidades en el accionar de la Junta Electoral Partidaria (JEP), lo que motivó la renuncia de dos de sus integrantes. Una de ellas, Micaela Valderrey, también se desafilió del partido luego de 17 años de militancia, al considerar que su vínculo con la UCR “está cerrado”.
Valderrey presentó una denuncia penal ante la Fiscalía Federal, apuntando contra el presidente de la JEP, Juan Francisco Romano, y el presidente del Comité Provincia, Federico Guidugli. Los acusa de haber incurrido en la “eventual comisión de delito electoral” por el rechazo de recursos presentados por dos listas internas, denominadas Amarilla y Morada, con supuestas maniobras irregulares, omisión deliberada de plazos legales y presiones políticas internas.
Según la denuncia, Valderrey fue citada a una reunión el domingo 13 por Guidugli, a la que asistió con previo aviso de que debía retirarse antes de las 18. En ese encuentro se habría discutido extender los plazos ante posibles acuerdos con otros partidos. Sin embargo, poco después advirtió que desde la JEP se enviaron resoluciones rechazando las dos listas sin su aprobación ni consentimiento. Además, denunció que se reemplazó su firma en los documentos por la del presidente de la Junta.
La exfuncionaria también denunció haber sido víctima de violencia política por parte de Guidugli, quien, según sus declaraciones, le recriminó su salida anticipada de la reunión pese a haberlo notificado con antelación.
El trasfondo de este escándalo se inició con la presentación de dos listas encabezadas por Alexis Iturrioz y Ramiro Passo, respectivamente. Ambas habrían tenido observaciones en su armado y documentación, lo que llevó inicialmente a una advertencia formal por parte de la Junta. Sin embargo, fuentes internas del radicalismo indicaron que las autoridades partidarias presionaron primero para rechazar ambas nóminas y luego cambiaron radicalmente su postura, generando un desconcierto total dentro de la estructura orgánica.
Con la denuncia en curso y las tensiones internas al rojo vivo, el radicalismo pampeano atraviesa una de sus crisis más profundas justo cuando se aproxima el cierre de listas para las elecciones nacionales.