Ni a la semana ni al mes: cuándo recomiendan podar la lavanda y por qué

Conocé el momento ideal para hacerlo y que tu planta crezca fuerte y rápido. La lavanda es la reina de los jardines, macetas y huertas caseras por su perfume y su belleza inconfundible. Sin embargo, para que luzca siempre en buen estado y llena de flores, es fundamental su poda y el momento para hacerla. Los expertos en jardinería aseguran que…

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Conocé el momento ideal para hacerlo y que tu planta crezca fuerte y rápido.

La lavanda es la reina de los jardines, macetas y huertas caseras por su perfume y su belleza inconfundible. Sin embargo, para que luzca siempre en buen estado y llena de flores, es fundamental su poda y el momento para hacerla.

Los expertos en jardinería aseguran que no es necesario podarla cada semana o cada mes, sino que hay un tiempo estipulado

Esta planta aromática solo necesita una poda al año, y el momento ideal es al terminar la floración, entre finales del verano y principios del otoño. Hacerlo en otra época o con demasiada frecuencia puede debilitar la planta y arruinar su crecimiento.

Por qué es clave podar en ese momento

  • Estimula el crecimiento de brotes nuevos: al sacar las flores secas y las ramas viejas, la planta se renueva y se vuelve más compacta.
  • Evita que la lavanda se ponga leñosa: si no la cortás a tiempo, la base se endurece y pierde fuerza, lo que complica que vuelva a brotar.
  • Mejora la salud general: sacar las partes marchitas ayuda a prevenir enfermedades y plagas, manteniendo la lavanda fuerte y sana.
La poda de la lavanda es fundamental para que sus flores crezcan rápido. (Foto: Pixabay)
La poda de la lavanda es fundamental para que sus flores crezcan rápido. (Foto: Pixabay)

Cómo podar la lavanda paso a paso

  • Usá tijeras de podar bien afiladas para que los cortes sean limpios y no dañen la planta.
  • Cortá un tercio de la planta, pero evitá llegar a la madera vieja, porque esa parte no vuelve a brotar.
  • No dejes tallos demasiado largos: si quedan muy altos, pueden doblarse y romperse con el viento o la lluvia.