El hombre más rico del mundo intentó que Zuckerberg financie la adquisición de OpenAI por $97,400 millones de dólares.
ace unos meses Elon Musk, el hombre más rico del mundo, hizo un intento por adquirir OpenAI, la empresa de inteligencia artificial (IA) líder del mercado.
Esto sucedió en febrero y en ese momento el empresario lanzó una oferta para comprar OpenAI por $97,400 millones de dólares con el apoyo de una empresa de capital de riesgo (Vy Capital), un inversor de Hollywood (Ari Emanuel) y xAI, su empresa de inteligencia artificial.
Pero alguien más fue invitado a formar parte de la oferta: Mark Zuckerberg.
El jueves fueron dados a conocer diversos documentos judiciales en los que se revela la invitación que Musk le hizo al dueño de Meta para participar en el proceso. Los documentos están ligados a la demanda que el mismo Elon Musk entabló en contra de Sam Altman (CEO de OpenAI) por traicionar los principios de fundación de la empresa.
Según él, Altman y OpenAI están centrando sus esfuerzos en el desarrollo de una inteligencia artificial general (AGI) con el objetivo de maximizar las ganancias de Microsoft. Entre las acusaciones de Musk se encuentran incumplimiento de contrato, incumplimiento del deber fiduciario y prácticas comerciales injustas.
En un comunicado presentado ante el tribunal el jueves, OpenAI afirmó que, cuando Musk y xAI intentaban formar un consorcio de inversores para financiar la adquisición, se acercaron a Zuckerberg con una carta de intención buscando “posibles acuerdos de financiamiento o inversiones”.
El mismo documento indica que ni Mark Zuckerberg ni Meta firmaron la carta de intención. También menciona que Meta ha estado “gastando fuertemente para desarrollar sus propias capacidades de IA… ofreciendo paquetes salariales de $100 millones de dólares o más a destacados investigadores de IA y ha intentando captar empleados de OpenAI”.
Hasta ahora, la empresa de Zuckerberg no se ha pronunciado al respecto.
¿Qué hay detrás de la disputa entre Elon Musk y Sam Altman?
En 2018 Elon Musk tomó la decisión de abandonar el consejo de administración de OpenAI, empresa que él cofundó, pues el sistema de conducción autónoma impulsado por IA de Tesla avanzaba rápidamente.
El empresario sentía que existía un conflicto de intereses, pues eventualmente su sistema competiría con la tecnología desarrollada por OpenAI.
Además, la visión del rumbo que la organización debía de tomar era divergente. Mientras que algunos fundadores veían un importante potencial comercial, Elon Musk consideraba que OpenAI debía seguir fiel a su misión original.
Desde su salida, Musk ha criticado abiertamente el rumbo que OpenAI ha tomado y ante la asociación de la organización con Microsoft, la demandó argumentando que, según sus términos fundacionales, debería desarrollar tecnologías de IA de código abierto para el beneficio del público en lugar de favorecer los intereses de empresas privadas.
Desde entonces, la mala relación entre Elon Musk y Sam Altman, CEO de OpenAI, es más que evidente. Ambos han protagonizado y siguen protagonizando una serie de eventos y declaraciones en los que dejan ver su mutua animadversión.