Suspender la presencialidad escolar contribuye a reducir los contagios de coronavirus

Este lunes el gobernador Sergio Ziliotto anunció la vuelta a la virtualidad educativa, entre otras medidas, con el objetivo de disminuir la circulación y así evitar la propagación de los contagios por coronavirus en la provincia. A raíz de éstas medidas, este miércoles, el colectivo de padres y madres, “Padres Organizados La Pampa”, se convocó en una […]

Este lunes el gobernador Sergio Ziliotto anunció la vuelta a la virtualidad educativa, entre otras medidas, con el objetivo de disminuir la circulación y así evitar la propagación de los contagios por coronavirus en la provincia.

A raíz de éstas medidas, este miércoles, el colectivo de padres y madres, “Padres Organizados La Pampa”, se convocó en una nueva movilización con la consigan ”La escuela, lo primero en abrir, lo último en cerrar”.


“Le pedimos al Sr Gobernador Sergio Ziliotto que no vuelva a olvidar el derecho
humano a la educación. La educación debe volver a ser una prioridad en nuestra
provincia. La escuela lo último en cerrar, lo primero en abrir”.

El eco se hace oír en los diferentes sectores sociales, y las opiniones son divididas, tanto de padres como de docentes y profesores de la provincia. La redacción consultó con diversos referentes profesionales, los cuales sostienen que “la escuela no es un medio de contagio”, pero “sí entendemos que es un ámbito en el estamos en constante contacto, aún respetando los protocolos a raja tabla”. Otros sostienen que,  “Los alumnos a veces parece que no entienden el contexto, y tenemos que decirles una y otra vez que se distancien, que se cuiden, que no se quiten el barbijo”, “la circulación para llegar a la escuela es inevitable, y cuanta más circulación tengamos en las localidades, más difícil será frenar los contagios”.

En este sentido, especialistas de diferentes disciplinas de universidades del país y del CONICET, realizaron un estudio donde determinaron que:

“La interrupción de la presencialidad escolar es una medida que permite disminuir los contagios de coronavirus, y por ende las internaciones y fallecimientos, en contextos de mucha circulación viral. Aunque advirtieron que “para no generar y reproducir desigualdades” esta situación “no debe extenderse indefinidamente en el tiempo”.

En el estudio analizaron la curva epidemiológica de la Ciudad de Buenos, y los partidos del Área Metropolitana de Buenos Aires y del resto de las jurisdicciones de la provincia en el período del 31 de marzo y el 28 de abril.

“Lo que observamos es una mayor diminución del número de casos en el conurbano bonaerense a partir de un momento que coincide a la perfección con la suspensión de la presencialidad, en un contexto de alta circulación viral; esto quiere decir que en este contexto la escolaridad presencial parece aportar a un aumento de la transmisión comunitaria”, señaló el investigador del Conicet Rodrigo Quiroga, uno de los autores del trabajo.

“Observamos una mayor diminución del número de casos en el conurbano bonaerense a partir de un momento que coincide a la perfección con la suspensión de la presencialidad”

RODRIGO QUIROGA, INVESTIGADOR DEL CONICET

Quiroga detalló que “hasta el 22 de abril el comportamiento de las tres curvas era casi idéntico; sin embargo, en el conurbano observamos un cambio importante a partir de esa fecha, justo tres días luego de comenzar las clases virtuales en esta región, recordando que el período de incubación del virus es típicamente de 3 a 5 días”.

El análisis

A partir de este análisis, los investigadores observaron una caída del 22% de los casos en el conurbano entre el 22 y el 28 de abril, mientras que en la Ciudad de Buenos Aires (que continuó con clases presenciales pese a que estaba contemplada como jurisdicción en alarma epidemiológica) la disminución fue del 13%, y en el resto de los departamentos de la provincia de Buenos Aires fue del 11,4%.

“Uno podría esperar que esa diferencia no se sostenga en el tiempo porque el flujo de personas entre CABA y el conurbano es constante, y además usar la fecha de inicio de síntomas nos obliga a recortar el período analizable por un tema de que los datos estén completos teniendo en cuenta las demoras en las cargas; por eso analizamos ese período en particular”, explicó Quiroga.

Casos en niños

Los investigadores también hicieron un análisis por franja etaria con los contagios entre los 5 y los 11 años (escuela primaria).

“Tomando como punto de descenso también el 22 de abril, en 10 días los casos bajaron casi a la mitad en el conurbano para este grupo etario. Hay quienes sostienen que esto puede explicarse a partir de que la escuela sirve para la detección de estos casos; esto puede incidir pero no creemos que alcance para explicar las diferencias observadas”, indicó Quiroga.

En ese sentido, apuntó que “si la disminución se explicara sólo por una cuestión de testeo, lo que veríamos es que la curva de contagios de 5 a 11 años debería caer abruptamente el 22-23 de abril (porque desaparece el “testeo extra”) y luego seguiría la tendencia de CABA y el resto de PBA y, muy por el contrario, lo que vemos es una disminución gradual y sostenida de los casos”.

La bibliografía

Con respecto a la bibliografía científica, la investigación sostuvo que se encontró evidencia publicada de todo tipo. “Algunas sostienen que la presencialidad es un factor que incide y otras que no; sin embargo, cuando se analizan períodos de alta incidencia viral, el consenso es que la escuela aumenta la transmisión viral comunitaria”, aportó el estudio.

En efecto, un reporte del CDC, principal ente de control epidemiológico de Estados Unidos, reconoce que “la probabilidad de introducir Covid en las escuelas y generar transmisiones dentro de las mismas (tanto en alumnos/as como en el personal educativo) es mayor cuando los niveles de transmisión comunitaria son elevados”, por lo que recomienda tener en cuenta este factor a la hora de definir la presencialidad o no.

Uno de los países que mayor evidencia reunió sobre el impacto de la presencialidad en la transmisión fue Israel, donde un estudio analizó las tasas de contagios en niños y adultos antes de la vacunación masiva y concluyó que “los niños se infectan, pueden contagiar e incluso pueden ser supercontagiadores, lo cual complica aún más la situación ya que a menudo no presentan síntomas”.

El estudio, del que participaron además de analistas de datos investigadores de áreas sociales como Daniel Feierstein, señaló que “estas consideraciones por supuesto no desconocen que la educación presencial es mucho mejor, desde cualquier punto de vista, que la exclusivamente virtual, la cual presenta a su vez dificultades y a menudo reproduce y genera desigualdades, y por lo tanto no debe extenderse indefinidamente en el tiempo”.

Cuándo retomar la presencialidad

 

Para Quiroga, “para retomar la presencialidad se debería producir una caída drástica en la cantidad de casos diarios y llegar a valores similares a los que se tuvo a principio de marzo”.

El estudio

El estudio fue coordinado por los investigadores Rodrigo Castro (del Instituto de Ciencias de la Computación, Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, UBA y Conicet), Guillermo Durán (Instituto de Cálculo, Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, UBA y Conicet) y Axel Quimey Molina (Universidad Nacional de La Matanza).

Además participaron los investigadores del Conicet Jorge Aliaga (de la Universidad Nacional de Hurlingham); Leonardo Boechi, Roberto Etchenique, Diego Garbervetsky, Mario Pecheny Ezequiel Pecker (de la UBA); Daniel Feierstein (de Universidad de Tres de Febrero), Mario Lozano (Universidad de Quilmes), y Sol Minoldo (de Universidad Nacional de Córdoba).

También estuvieron involucrados desde la Universidad Nacional de La Plata, Rodrigo Maidana; de Buenos Aires, Santiago Olszevicki, y de la Universidad Tecnológica Nacional, Soledad Retamar.