Automovilismo: Franco Colapinto tuvo una floja carrera y finalizó en la 17º posición en el GP de Monza

“Muy larga y dura para nosotros, no teníamos grip, muy solo toda la carrera…”. El resumen de Franco Colapinto es perfecto para describir su paso por el GP de Italia de 2025, anotado como la 16ª fecha. Una carrera en la que estuvo lejos de cualquier posibilidad de luchar por algo. ¿Sorprende? No. Asombro hubiese…

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“Muy larga y dura para nosotros, no teníamos grip, muy solo toda la carrera…”. El resumen de Franco Colapinto es perfecto para describir su paso por el GP de Italia de 2025, anotado como la 16ª fecha. Una carrera en la que estuvo lejos de cualquier posibilidad de luchar por algo. ¿Sorprende? No. Asombro hubiese generado que Alpine lograra sacar algo positivo de la visita al templo de la velocidad.

“Algo vamos a inventar para la carrera”, se esperanzaba el argentino el sábado, después de la clasificación, en la que venció a su compañero Pierre Gasly. Pero no había chance de inventar algo. Las esperanzas de Alpine de poder sacar algo se apoyaban en la lluvia (imposible porque el pronóstico daba sol para todo el fin de semana) o algún entrevero que obligara al ingreso de un auto de seguridad. Nada de eso pasó. La competencia fue lineal y soporífera, salvo el puñadito de vueltas iniciales que tuvo la batalla entre Max Verstappen y Lando Norris y de Oscar Piastri con Charles Leclerc. Después, fue un largo bostezo.

Colapinto salió con neumáticos medios desde el puesto 17 (Gasly largó desde boxes después de que su equipo rompiera el parque cerrado. No bien largó, Franco se quedó solo. Los de adelante se fueron sin remedio. La falta de potencia del motor Renault, el más débil de la parrilla, pasó factura rápidamente. Todos lo sabían desde el vamos: la distancia era gigante. No solo Franco estuvo lejos de poder atacar a alguien (no lo hizo en toda la carrera), tampoco pudo contener a los de atrás, como Isack Hadjar, quien partió desde pits (Racing Bulls le cambió la unidad de potencia). El francés escaló al décimo puesto final y se llevó el último punto.

El argentino se dedicó a dar vueltas. En la parte final del stint con neumáticos medios tuvo una vibración y hasta sufrió un leve despiste (se pasó en una chicana). Cuando pasó por boxes le pusieron los duros y en esas primeras vueltas fue el momento en el que más cómodo se sintió. Pero, como siempre, solo. Luego llegaría un problema de frenos que complicó un poco más.

Gasly fue con una estrategia diferente. Partió con neumáticos duros e hizo casi toda la carrera. Paró en la vuelta 50 de las 53 pactadas y volvió a pista detrás de Colapinto. Rápidamente le llegó la orden: “Necesitamos cambio de posición urgente”. Franco se corrió y Gasly avanzó un puesto, solo un lugar que de poco sirvió: fueron 16º y 17º.

“Me voy con un poco de bronca, hay que mejorar para la próxima. No pudimos hacer nada, una pena. Larga, bastante dura, complicada, no tuve ritmo”, fueron las pocas palabras de un cansado Colapinto tras la competencia. Se lo notaba hasta pálido. Monza, la pista que tan buenos recuerdos le trae en su paso por categorías menores, donde debutó en F1 en 2024 con Williams, ahora también es la misma en la que pasó una carrera que deberá dejar lo más rápidamente posible en el olvido. Y no solo Franco, Alpine también. En Países Bajos, Flavio Briatore consideró un error no haber desarrollado nada del A525 en el año y enfocarse completamente en 2026. El italiano pensó que todos harían lo mismo. Raro en un viejo conocedor del mundo competitivo de la F1 que haya pecado de tanta inocencia. Lo concreto es que el templo de la velocidad fue demasiado para los débiles autos de Enstone.

En dos semanas llegará Bakú y Briatore seguirá sacando conclusiones para elegir al segundo piloto de Alpine para 2026. Con Gasly confirmado (en Monza firmó la extensión del contrato, con aumento de salario incluido de 10 a 16 millones de dólares) queda determinar quién será el compañero. Colapinto está en danza y con chances, según confirmó el piamontés. La decisión se tomará en noviembre. El paso de Colapinto por Monza fue bueno, en el contexto del equipo. De esos tres mandamientos que le impuso Flavio a Franco en su llegada, (ser rápido, no chocar y sumar puntos) fue imposible cumplir con dos.