El lema elegido para este año es “El respeto por las necesidades de la madre y su bebé en cualquier situación”, y busca promover la importancia de contemplar en las medidas de cuidado para COVID-19 los derechos de las personas gestantes y sus bebés.
El parto respetado es una modalidad de atención caracterizada por el respeto a los derechos de las personas gestantes y sus hijos e hijas en el momento del nacimiento y en donde la mamá, su bebé y sus vínculos afectivos son los verdaderos protagonistas.
En el marco de la contingencia por COVID-19, los servicios de perinatología, como todas las áreas de Salud, han tenido que readaptarse a las nuevas condiciones sanitarias para poder garantizar la atención adecuada y cuidada para prevenir la transmisión del coronavirus.
El “parto respetado” o “humanizado” es el derecho que tienen todas las mujeres y personas gestantes de acceder a la atención del embarazo, trabajo de parto, parto y puerperio en el marco del respeto de los derechos humanos y sexuales en armonía con las pautas culturales, necesidades y decisiones informadas de las mujeres y personas gestantes. Estos derechos están consagrados en la Ley Nº 25929, la Ley Nº 26485 y la Ley Nº 26529 y se amplían a la atención de cualquier evento obstétrico.
Hablar de parto respetado como un derecho implica también reconocer los derechos de la persona recién nacida aún en el contexto de pandemia que estamos atravesando.