El mismo pretende ser un diagnóstico en profundidad del estado actual de las comunidades, abordando diversos aspectos (salud, economía, cantidad de miembros, situación legal, etc.) a fin de contar con información actualizada que permita continuar y diseñar políticas desde el CPA. El trabajo comenzó a fines del año pasado y continuará a lo largo del 2021.
Datos de Población
La población indígena en La Pampa era de 14.086 personas en 2010; para ese momento, representaba el 4,41% de la población de la Provincia. El porcentaje de población originaria de La Pampa es superior a la media o promedio nacional, siempre de acuerdo a los datos del censo cuyos resultados para la población indígena recién se publicaron en 2015. En cuanto a grupos o parcialidades están los “originarios”: Ranqueles (44,4%); Mapuche (30,2%); Tehuelche/Pampa (8,7%); y, aquellos que vinieron posteriormente de otras provincias/países por migraciones: Guaraní; Quechua; Kolla; Toba y Huarpe (sumados es el 16,7%).
El 85,9% de la población indígena de La Pampa en 2010 vivía en áreas urbanas (en la actualidad es muy probable que sea mayor) y el 14,1% en ámbito rural (actualmente es muy probable que sea menor). La población Mapuche y Rankulche es mayoritariamente urbana (Mapuche: 88,4%; Rankulche: 84,9%).
Acerca de la tierra y el universo aborigen
“No se trata solamente de volver a ser dueños de esas tierras, sino de volver a integrarse con un piso de valores existenciales que le dan sentido a la vida humana y que están en la tierra originaria: el fluir con el tiempo de la Naturaleza, la convivencia y la intimidad con los otros seres vivientes, especialmente las plantas y los animales; restaurar la armonía con las fuerzas del Cosmos, celebrar la vida en los rituales sagrados y en cada acto cotidiano”. (Martínez Sarasola, 2010).
Desde la perspectiva indígena, todo lo que está en la Tierra es un vasto espacio impregnado de sacralidad; por lo tanto, todo es sagrado.
Una de las principales reivindicaciones actuales de las Comunidades Indígenas es que le sean reconocidas por lo menos aquellas tierras y territorios en los que se asientan y desarrollan su vida en la actualidad.
Sin embargo, este reclamo va mucho más allá de la estricta devolución de tierras. Desde el punto de vista indígena, se apunta a la recuperación de valores fundamentales que precisamente están presentes en esa naturaleza (Tierra) perdida.
No se trata solamente de volver a ser dueños de esas tierras, sino de volver a integrarse en ellas con un piso de valores existenciales que le dan sentido a la vida de personas indígenas y que está precisamente en la Tierra Originaria: el fluir con el tiempo de la naturaleza (los ciclos del día, la noche, las estaciones del año, etc.); la convivencia y la intimidad con los otros seres vivientes, especialmente plantas y animales; restaurar la armonía con las fuerzas del Cosmos mediante la celebración de Rituales Sagrados y en cada acto de la vida cotidiana (Martínez Sarasola, 2010).
El Gobierno provincial de Sergio Ziliotto en continuidad con el de su antecesor Carlos Verna, reafirma su disposición a cumplimentar la Ley Nacional- de adhesión Provincial- de apoyo a las políticas indígenas y trabaja cada día silenciosamente desde la secretaría ejecutiva del CPA junto a las áreas competentes e intendentes en donde se reconocen comunidades a fin de avanzar en el tema de tierras.