La investigación por el brutal homicidio del matrimonio Epifanio, ocurrido en julio de 2013, tuvo un giro decisivo: una pericia genética confirmó que Adrián Alejandro Sarandon, de 37 años, estuvo en la escena del crimen. El imputado, que actualmente cumple una condena de 20 años por abuso, fue formalizado por doble homicidio agravado y robo, y seguirá detenido con prisión preventiva.
La prueba clave
El Laboratorio de Genética Forense del Ministerio Público Fiscal, a cargo de Cecilia Bobillo, detectó un “match genético” entre Sarandon y las huellas biológicas encontradas en una colilla de cigarrillo y un celular hallados en la casa de Luis Epifanio y Graciela Torrent. La coincidencia se descubrió en una revisión de rutina del registro de ADN de condenados por delitos sexuales.
En paralelo, una testigo declaró en Cámara Gesell debido a su vulnerabilidad y temor, aportando elementos que fortalecen la acusación. Con estas pruebas, la Fiscalía analiza la posibilidad de solicitar nuevas pericias antes de elevar la causa a juicio.
La hipótesis fiscal
Según el fiscal general Guillermo Sancho, el 11 de julio de 2013 Sarandon ingresó sin ejercer violencia a la vivienda de los Epifanio. En el patio habría tomado un hacha con la que atacó a Luis Epifanio, que se encontraba en su cama sin la pierna ortopédica, y luego a su esposa Graciela Torrent en el living. A la mujer la ató, le colocó una media en la boca y un cancán en el cuello; a Epifanio lo estranguló con un cable. Tras el crimen, robó una bolsa con monedas, una cámara de fotos Kodak, un scanner y un reproductor MP4.
Un caso histórico
El doble homicidio fue uno de los hechos más conmocionantes en la historia criminal de La Pampa. Pese a que hubo varios sospechosos, la falta de pruebas paralizó la investigación durante más de una década y el expediente llegó incluso a ser revisado por el Ministerio de Seguridad Nacional. Recién ahora, con la prueba genética, la causa avanza hacia una posible condena para Sarandon.
La confirmación del ADN reactivó un expediente que llevaba 12 años sin resolución y abre el camino para esclarecer definitivamente un crimen que conmovió a toda la provincia.