Por la quinta fecha del Rugby Championship, los All Blacks vencieron a los Wallabies por 33-24 en el Eden Park de Auckland, para continuar soñando con el título del torneo, además de repetir el trofeo de la Bledisloe Cup.

Desde el arranque del encuentro, Nueva Zelanda salió a hacer la localía. Tal es así, que a los tres minutos, Caleb Clarke apoyó el primer try del encuentro para comenzar por delante en el marcador.

Por su parte, Australia respondió con tres puntos, mediante un penal de James O’Connor, pero Beauden Barrett hizo lo propio para los hombres de negro instantes después. En un comienzo frenético, Leroy Carter, a los 14 minutos, anotó una nueva conquista para los All Blacks, para poner el resultado a su favor por 13-3.

Los Wallabies sufrieron una baja importante de Tate McDermott, quien debió ser reemplazado por Ryan Lonergan. En la continuación, Nueva Zelanda siguió sin dejar dudas y apoyó un nuevo try a los 24 minutos, esta vez a través de Cam Roigard.

Pero llegó el momento de la reacción de los dirigidos por Joe Schdmit: en primer lugar, Billy Pollard descontó con su try, mientras que siete minutos más tarde, Harry Potter llegó al ingoal para irse al entretiempo con una ventaja de los All Blacks por 20-17.

Ya en el complemento, Damian McKenzie, quien había ingresado por Beauden Barrett en los primeros 40 minutos, sumó seis puntos con dos penales, aunque, a los 64, Carlo Tizzano puso a los Wallabies a tiro en el marcador: try y a dos puntos de los All Blacks.

En lo que parecía una posible remontada de Australia, Harry Potter fue amonestado a los 73 minutos por un intento de pesca en un ruck y los locales lo aprovecharon. Instantes después, Nueva Zelanda llegó al ingoal mediante Cam Roigard, quien se filtró y decretó el 33-24 a su favor y posicionarse en lo más alto de la tabla del Rugby Championship.