Cristina Fernández de Kirchner difundió un extenso comunicado en el que acusó al fiscal Carlos Stornelli de aplicar presiones ilegales sobre empresarios arrepentidos en la causa Cuadernos. Según la ex presidenta, varios imputados fueron “extorsionados” para declarar en su contra y algunos incluso habrían sido sometidos a prácticas que definió como formas de tortura.

La publicación apareció horas antes de la segunda audiencia del juicio oral, donde la ex mandataria está imputada como presunta jefa de una asociación ilícita. En su mensaje, sostuvo que los llamados “arrepentidos” deberían considerarse “extorsionados”, y afirmó que nuevas revelaciones muestran que algunos habrían sido directamente torturados.

Entre los casos que mencionó, detalló el testimonio de un imputado que habría permanecido aislado en una celda sin ventanas, con un reflector encendido de forma permanente, sin contacto humano y bajo vigilancia constante. Señaló que este tipo de encierro se conoce como “tortura blanca”, una técnica destinada a quebrar psicológicamente sin dejar marcas visibles.

La denuncia se apoya en declaraciones del abogado Roberto Herrera, defensor de uno de los arrepentidos, quien aseguró que su cliente estuvo aislado, filmado las 24 horas y sin referencia de día o noche, dentro del sistema de testigos protegidos, lo cual incluso impedía a la defensa comunicarse con él.

En su descargo, Cristina Kirchner también cargó contra el fiscal Stornelli, a quien vinculó con causas previas por extorsión y espionaje ilegal, y recordó que fue procesado por asociación ilícita. Además, reiteró una acusación en su contra por un presunto intento de “plantar cocaína” al ex marido de su actual pareja.

La causa Cuadernos investiga una presunta red de recaudación ilegal de dinero entre empresarios y funcionarios durante el kirchnerismo, a partir de los registros del chofer Oscar Centeno. El juicio oral comenzó recientemente con 87 imputados, entre ellos la propia ex presidenta.