La vicepresidenta de la Cámara de Comercio, Industria y Producción de La Pampa (Cacip), Melisa Orrego, describió con preocupación la situación del sector ante el impacto de las políticas económicas del gobierno nacional, que profundizaron la recesión y provocaron un marcado retroceso en las ventas. “En la ciudad no hay consumo por más que se bajen los precios”, afirmó en diálogo con Radio Noticias.
El panorama, ya evidenciado por el cierre de locales y la reaparición de propuestas comerciales de bajo costo, como los tradicionales “Todo por 2 pesos”, refleja un deterioro sostenido que, según Orrego, afecta directamente la rentabilidad y obliga a reducir personal. “Los precios están tan bajos que también la rentabilidad tenemos que bajarla. Pero no hay consumo, por más que uno baje los precios”, explicó.
A esto se suma el crecimiento del comercio online, que —señaló— erosiona la economía local. “Se destruye totalmente, no se genera un ingreso en nuestros comercios”, sostuvo, al remarcar la necesidad de que la comunidad priorice las compras en negocios de cercanía para sostener los puestos de trabajo. Aseguró que los precios locales son competitivos y que muchos comerciantes están dispuestos a igualar valores frente a diferencias mínimas.
Orrego también destacó las ventajas del comercio de proximidad: la posibilidad de hacer reclamos directos, concretar cambios en el momento y evitar demoras o pérdidas en la logística. “La cercanía y la confianza siguen siendo un valor”, afirmó, al tiempo que subrayó la cordialidad del comercio santarroseño como una característica distintiva.
De cara a fin de año, el sector deposita expectativas en diciembre, un mes clave para la actividad junto con el Día de la Madre. En este marco, la Cámara impulsa una nueva edición del Festival de Calles, que se realizará el 10 de diciembre en la avenida Spinetto, a la altura de la Rural, y el 17 en la Laguna Don Tomás. La propuesta busca generar movimiento en la ciudad y ofrecer un espacio de recreación. “Necesitamos que la gente se movilice y disfrute. Es el empujón que hoy la actividad comercial requiere”, sostuvo Orrego.
El evento, que comenzó hace ocho años, continúa creciendo con la aspiración de convertirse en un festival plenamente representativo de la ciudad. Este año, el Centro Empleados de Comercio decidió no participar, situación que la Cámara atribuye al complejo escenario económico que atraviesan las instituciones. Aun así, la organización resolvió sostener la iniciativa. “La rueda comercial que genera es increíble y derrama en todos los sectores”, remarcó Orrego.

