La Fundación Estrellas Amarillas fue reconocida ayer con la máxima distinción de los premios “Luchemos por la Vida”, un homenaje a su trayectoria y a su labor sostenida en la promoción de la seguridad vial en todo el país.
La ceremonia —correspondiente a la vigésima novena edición, en el marco del 35º aniversario de la organización— se desarrolló en el auditorio de Ucema, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Desde Luchemos por la Vida destacaron que cada año aumenta la conciencia social sobre el tránsito inseguro y subrayaron el compromiso de quienes trabajan para revertir esta problemática. “Para ellos es este homenaje”, expresaron.
Una delegación de Estrellas Amarillas, encabezada por Silvia González, viajó a Buenos Aires para recibir la distinción de Plata, un reconocimiento que la entidad no había obtenido hasta ahora. Ya contaban con tres premios anteriores: uno por una presentación realizada en Washington en 2005 que impulsó la creación de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, otro en 2009 por la campaña de Estrellas Amarillas iniciada en La Pampa y un tercero en 2021 por su impulso a las leyes de víctimas de picadas y alcohol cero. “El de Plata no lo habíamos recibido, es una emoción enorme”, destacaron desde la institución.
González señaló que recibir el reconocimiento de la organización más importante del país en materia de seguridad vial es “increíble”. Valoró que durante la ceremonia se repasara el trabajo de la fundación en la elaboración de proyectos de ley, tareas de geolocalización con datos precisos y la capacitación masiva de docentes. Agradeció a quienes acompañaron el evento y a quienes sostienen diariamente la labor de Estrellas. “Es una emoción enorme saber que nuestra lucha es compartida”, afirmó.
Desde Luchemos por la Vida señalaron que la entrega de estos premios nació como un estímulo para quienes, desde distintos ámbitos, contribuyen de manera destacada a la prevención de siniestros viales. La estatuilla, una figura alada creada por la artista Alicia Toscano, evoca a las clásicas victorias griegas y simboliza el triunfo de la vida sobre la muerte, especialmente aquellas que ocurren en el tránsito.