El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria atraviesa horas de incertidumbre ante versiones que indican que el Gobierno nacional volvería a impulsar un fuerte ajuste interno: recorte de personal, cierre de agencias de extensión, eliminación de centros de investigación y venta de tierras estratégicas. La preocupación se extendió rápidamente entre las y los trabajadores del organismo.
Según trascendidos difundidos este miércoles —luego de una reunión del Consejo Directivo Nacional—, se habría retomado el plan oficial para reducir el INTA a una estructura mínima. Entre los puntos señalados figura la eliminación de alrededor de 1.700 puestos de trabajo mediante retiros voluntarios o despidos, la fusión de regionales en macro-regiones y el cierre de numerosas agencias de extensión. También se menciona la clausura de tres centros de investigación y la venta de tierras pertenecientes al organismo.
Desde La Pampa, Roberto Maldonado, secretario general de Apinta, señaló que por el momento no hay una confirmación formal. Explicó que el Consejo Directivo sesionó sin la totalidad de sus miembros debido a que aún faltan designaciones, pero aun así tiene quórum para avanzar con decisiones. Sin embargo, remarcó que cualquier medida quedaría frenada hasta febrero, cuando vence la cautelar que hoy impide despidos, ventas de terrenos y otras modificaciones estructurales.
Aun así, los gremios permanecen en estado de alerta. Maldonado advirtió que Nación busca reducir la dotación total de 5.700 a 4.500 trabajadores y que la intención sería dejar todo acordado ahora para ejecutarlo una vez levantada la cautelar. “En febrero despedirían a más de mil compañeros”, alertó.
Impacto en La Pampa
Aunque no existen resoluciones oficiales, desde Apinta advierten que el ajuste afectaría directamente a la provincia. En La Pampa hay siete agencias de extensión —Santa Rosa, Anguil, General Pico, Victorica, 25 de Mayo, General Acha y Guatraché—, y alrededor de 30 familias podrían quedar sin empleo si se concreta el cierre de oficinas y la reducción de la planta transitoria.
La Estación Experimental de Anguil también se vería golpeada. Según detalló Maldonado, el organismo cuenta con 3.740 hectáreas, y existiría un plan para dejar solo 400 destinadas a investigación, poniendo el resto a la venta. Esta preocupación se sostiene en informes internos que ya habrían circulado dentro del INTA.
Avanzada sobre tierras y estructura
El portal Infogremiales informó que la gestión nacional retomó el esquema de ajuste diseñado a fines del año pasado. En este contexto, técnicos de la Agencia de Administración de Bienes del Estado realizaron mediciones en el predio del INTA en Ituzaingó: 34 hectáreas ubicadas en una zona de altísimo valor inmobiliario. Según los gremios, se trataría de un avance hacia un remate inminente.
La proyección oficial, siempre según Infogremiales, implica vender o concesionar más de 27.000 hectáreas distribuidas en estaciones experimentales de todo el país y cerrar cientos de agencias de extensión. El objetivo sería llegar al primer semestre de 2027 con el remate de 24 inmuebles del INTA y un recorte total de 1.500 técnicos.
Tanto ATE como Apinta ya realizaron movilizaciones y denunciaron que el organismo viene sufriendo un achique del 12% entre trabajadores e investigadores. En julio, se había adelantado que el Gobierno pretendía modificar la estructura del INTA reduciendo hasta el 80% de la superficie de sus campos, lo que en Anguil representaría la pérdida de alrededor de 3.300 hectáreas.
La expectativa está puesta en lo que ocurra en los próximos días y en el Congreso Nacional de Apinta previsto para mediados de diciembre, donde se definirán los pasos a seguir ante un posible desmantelamiento del principal organismo público dedicado a la investigación agropecuaria del país.

