La jueza de Control Florencia Maza destacó los avances logrados en materia de género dentro del Poder Judicial pampeano, pero advirtió que aún persiste una brecha significativa en los lugares donde se define la agenda y se toman decisiones. La reflexión surgió en el marco de la presentación del libro Una mirada transversal de la perspectiva de género, obra que dirigió y que reúne aportes de distintas autoras del ámbito judicial de la provincia.
En una entrevista con el programa La Parte y el Todo, de la Televisión Pública Pampeana, Maza repasó el largo recorrido de la perspectiva de género en Argentina: desde la ratificación de la Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (Cedaw) en 1976, hasta el tratado de Belém do Pará en 1994. Pese a las décadas transcurridas, sostuvo que sigue siendo difícil modificar ciertos paradigmas en la evaluación de casos y en la manera de juzgar.
La magistrada explicó que la perspectiva de género implica mirar más allá de estereotipos y prejuicios para comprender cómo actúan las personas dentro de la sociedad y cómo esos condicionamientos afectan los procesos judiciales. “Es fundamental para juzgar sin sesgos y llegar a conclusiones más justas”, afirmó.
Respecto del libro, señaló que aborda situaciones prácticas de la vida judicial cotidiana, además de aspectos técnicos, y que muestra cómo la perspectiva de género no se limita a causas de violencia sino que debe aplicarse en todos los ámbitos donde exista riesgo de discriminación hacia las mujeres. El objetivo, remarcó, es evitar decisiones que revictimicen o profundicen vulnerabilidades.
Maza también cuestionó el cierre del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad a nivel nacional, al considerar que cumplía un rol clave en la implementación de la Ley Micaela y en la identificación de situaciones de inequidad. Aun así, destacó los avances alcanzados: “Hoy muchas mujeres ocupan espacios que antes estaban reservados exclusivamente a los varones”.
Sin embargo, advirtió que las desigualdades persisten, especialmente en los cargos jerárquicos. Si bien en los niveles inferiores del Poder Judicial predominan mujeres, en los lugares de mayor responsabilidad el número cae abruptamente. “En el Superior Tribunal solo hay una mujer”, ejemplificó. También señaló la contradicción entre la mayoría femenina en la matrícula de abogacía y la baja representación en puestos de decisión.
Consultada sobre el estado actual de la Justicia en materia de género, consideró que existe un proceso en marcha, con avances y resistencias, pero sostuvo que La Pampa se encuentra por encima del promedio nacional en la aplicación de esta perspectiva. “Nos capacitamos, nos esforzamos y tratamos de aprender; en general la perspectiva de género se aplica”, evaluó.
Finalmente, subrayó dos desafíos principales: mayor presencia de mujeres en las mesas donde se toman decisiones y la necesidad de que el sistema judicial juzgue con perspectiva de género para evitar resoluciones injustas que profundicen desigualdades en contextos de pobreza, aislamiento o vulnerabilidad. Según Maza, garantizar esa mirada es imprescindible para avanzar hacia una justicia verdaderamente equitativa.

