La protesta se originó por la falta de oferta salarial en la paritaria y un amplio conjunto de reclamos laborales. Una marcha a Casa de Gobierno bajo un calor agobiante.

En una mañana de calor agobiante, una columna de docentes marchó desde la plaza San Martín hacia Casa de Gobierno. La conducción de UTELPA denunció la ausencia de propuesta salarial, advirtió por el endeudamiento creciente de las y los trabajadores de la educación y anticipó un 2026 “muy complicado” si no hay respuestas del Ejecutivo provincial.

Una marcha de una cuadra de docentes, bajo un calor agobiante, avanzó este jueves por el centro de Santa Rosa en el marco del paro convocado por UTELPA ante el cierre de la paritaria sin oferta salarial del gobierno provincial. “No queremos más ajuste”, cantaron las y los manifestantes. El gremio informó un acatamiento superior al 90%.

La medida de fuerza, de 24 horas, se realizó luego de que la negociación salarial se diera por concluida sin una propuesta que pudiera ser consultada con las bases. Además, UTELPA sumó a la convocatoria un extenso listado de reclamos vinculados a condiciones laborales, sobrecarga de tareas y deterioro salarial.

La secretaria general del sindicato, Rosana Gugliara, aseguró a los colegas de El Diario que el paro tuvo una adhesión “muy alta” en toda la provincia. Explicó que la decisión fue unánime en el Congreso Extraordinario del gremio, donde se esperaba una oferta concreta. “No teníamos mandato para aceptar un cuarto intermedio. Era urgente poder discutir una propuesta”, señaló.

Gugliara describió un cuadro económico crítico para el sector. “Muchísimos docentes no llegan a fin de mes. Están muy endeudados con tarjetas o préstamos. Eso afecta la calidad de vida de las trabajadoras y los trabajadores. La política de ahogo a las provincias que aplica el gobierno nacional se siente, y se siente muy fuerte”, advirtió.

También reclamó al Ejecutivo provincial reabrir el diálogo. “Tenemos que discutir un salario digno y condiciones laborales. Siempre estamos abiertos a la paritaria, pero necesitamos propuestas reales para llevar a las bases”, dijo. Y recordó el impacto del fin del FONID: “Perdimos entre el 10 y el 15% del salario docente. Perdimos calidad de vida”.

Consultada por la posibilidad de que el aguinaldo se pague por separado del sueldo, respondió: “Cada vez que el trabajador tiene menos dinero en el bolsillo se resiente su calidad de vida. Nos preocupa cómo el desfinanciamiento golpea directamente a cada docente. Si esto sigue así, el inicio de clases puede ser conflictivo. Terminamos un año con conflicto y vislumbramos un 2026 muy complicado”.