El entrenador argentino Gustavo Alfaro diseñó una estrategia que terminó resultándole fundamental para que el seleccionado de Ecuador alcanzara los cuartos de final de la Copa América al empatarle a Brasil, el anfitrión del certamen que con el 1-1 final terminó resignando sus dos primeros puntos en la Zona B al concluir esta noche en Goiania la fase de grupos del certamen.
El 4-4-2 que dispuso el técnico argentino ante el Brasil de Tite que dejó a Neymar y Casemiro en el banco de suplentes para darles descanso, aunque el mediocampista autor del gol de la victoria en el descuento del pasado cotejo frente a Colombia terminó ingresando en la etapa final, logró neutralizar en varios tramos del encuentro al 4-2-3-1 del local.
Por eso Ecuador no corrió demasiados riesgos en derredor de su área, que por momentos se tornó inaccesible para los atacantes brasileños, que no encontraban la fórmula para romper esa “especialidad” de Alfaro, con un planteo muy similar al que alguna vez utilizó frente a River Plate para rescatar un 0-0 muy necesario por entonces, cuando dirigía a Boca Juniors.
Y todo iba bien en el primer tiempo, hasta que restando menos de 10 minutos para el epílogo el árbitro chileno Roberto Tobar le otorgó una dudosa falta al conjunto local sobre el sector derecho del campo ecuatoriano, a unos 15 metros del área, y del consecuente tiro libre de Everton, Brasil llegó al gol de la única manera que parecía poder lograrlo: por la vía aérea.
Es que el centro cayó al medio del área y en el juego de marcas y cortinas los ecuatorianos terminaron perdiendo ante el salto y el cabezazo combado, de izquierda a derecha, de Eder Militao, el zaguero central que esta temporada se terminó ganando la titularidad en Real Madrid ante la ausencia de Sergio Ramos.
El resultado adverso en Goiania y el empate sin goles entre peruanos y venezolanos en Brasilia hizo que Ecuador se fuera al descanso del primer tiempo con la amargura de saber que se estaba quedando fuera de la clasificación a cuartos de final, quinto de cinco participantes de su grupo.
Sin embargo Alfaro confió en su sistema y los jugadores, esos que tuvieron un comienzo impecable de eliminatorias prepandemia y se cayeron al volver a competir este año, le creyeron, y fueron adelante tratando de dar un golpe sobre la mesa.
Y el destino le terminó también dando una mano a Ecuador cuando antes de los 10 minutos de esa etapa final Ángel Mena, que había ingresado sobre el cuarto de hora del primer período en lugar del lesionado Moisés Caicedo, logró la paridad para ponerle un poco de justicia al resultado y de incertidumbre a futuro para lo que puede entregar Brasil cuando, como hoy, Neymar ve los partidos desde afuera.
Es que el rendimiento de los dueños de casa dejó mucho que desear en términos generales y estuvo lejos de ese equipo irresistible que parecía ser en los dos primeros encuentros sobre la diezmada Venezuela y un Perú al que de los cuatro goles que le marcó, los dos últimos fueron en tiempo de descuento.
Pero algo había insinuado ya en el cotejo anterior, en el que sí estuvo Neymar, y recién en los últimos cinco minutos pudo darle vuelta el partido a Colombia y vencerlo 2-1, con un error del árbitro argentino Néstor Pitana que terminó favoreciendo a Brasil para el 1-1.
Los de Alfaro siguieron mostrando el orden que los caracteriza desde la línea que baja su entrenador y llegaron al final con un empate que hizo historia para Ecuador, sin resultados de este tipo en suelo brasileño.