La Universidad Nacional de La Pampa celebró una colación de grados especial en el Aula Magna, donde 88 nuevos profesionales recibieron sus diplomas y el rector Oscar Alpa destacó los principales avances institucionales de los últimos ocho años de gestión. Entre ellos, confirmó que la nueva carrera de Medicina ya cuenta con 681 inscriptos, a pocas semanas de su inicio formal el 2 de febrero.
En lo que podría haber sido su último discurso como rector, Alpa remarcó que “la UNLPam nunca se detuvo”, aun en contextos adversos marcados por recortes presupuestarios y la pandemia. Subrayó que, tras 25 años, la universidad volvió a celebrar una Asamblea Universitaria que permitió modificar el Estatuto y crear la séptima facultad: Ciencias de la Salud, que hoy alberga las carreras de Enfermería, Licenciatura en Enfermería y Medicina.
El acto tuvo una fuerte carga simbólica y conmemorativa, al coincidir con los 67 años de la creación de la UNLPam, los 40 años de ingreso irrestricto, los 40 años del Consejo Interuniversitario Nacional y una década de vigencia de la Ley 27.204, que reafirma la responsabilidad indelegable del Estado nacional sobre la educación superior.
Alpa repasó que la matrícula universitaria pasó de 10.877 estudiantes en 2017 a más de 16.000 en 2023, y que la universidad amplió su oferta académica a distancia, de una a siete carreras. Además, destacó el programa UNLPam en Territorio, que permitirá llevar propuestas educativas a todas las localidades pampeanas, y la incorporación de nuevas herramientas pedagógicas como simulación en salud, inteligencia artificial, flexibilización de planes de estudio e internacionalización de los currículums.
También resaltó el crecimiento en infraestructura, con más de 3.000 metros cuadrados construidos en Santa Rosa y General Pico, y el avance de la nueva sede de Ciencias de la Salud, ubicada estratégicamente entre los dos hospitales de la capital provincial. Otro cambio significativo fue la posibilidad de ingreso a la universidad para personas mayores de 25 años sin título secundario, tras aprobar evaluaciones específicas, como expresión concreta del rol de la universidad pública como herramienta de ascenso social.
En un mensaje directo a los graduados, el rector sostuvo que “no solo se convierten en profesionales, sino que asumen el compromiso de defender para siempre la educación superior como un derecho humano y un bien público”. Planteó que el debate sobre la universidad trasciende lo presupuestario y es profundamente político y cultural: si la educación es un derecho o un privilegio, y si el conocimiento es un bien común o una mercancía.
La colación incluyó egresados y egresadas de todas las facultades, con una fuerte presencia de la Facultad de Ciencias de la Salud, que aportó la mayor cantidad de nuevos títulos, especialmente en Enfermería. El acto cerró con un clima de reconocimiento a la universidad pública y a su rol central en la formación profesional y social de la provincia.

