En Santa Rosa cerraron cinco hoteles por la crisis económica

El sector hotelero y gastronómico de Santa Rosa atraviesa una situación crítica como consecuencia de la fuerte recesión económica. En el último tiempo ya cerraron cinco hoteles en la capital pampeana, lo que implicó una importante pérdida de plazas de alojamiento y una caída significativa del empleo. Ignacio Marotti, integrante de la Asociación Empresaria Hotelera…

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El sector hotelero y gastronómico de Santa Rosa atraviesa una situación crítica como consecuencia de la fuerte recesión económica. En el último tiempo ya cerraron cinco hoteles en la capital pampeana, lo que implicó una importante pérdida de plazas de alojamiento y una caída significativa del empleo.

Ignacio Marotti, integrante de la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica de La Pampa, advirtió que el rubro registra a nivel nacional una caída del 20% en gastronomía y del 16% en hotelería respecto de 2024, un año que ya había sido negativo. En el caso de Santa Rosa, la situación se agrava porque el sector aún no logró recuperarse de la caída del 19% que arrastra desde la pandemia. Sumando ambos impactos, la retracción total ronda el 39%.

El cierre de hoteles fue parcialmente reemplazado por el crecimiento de los alquileres temporarios, un fenómeno que genera preocupación en el sector formal. Desde la asociación reclaman que estas modalidades estén debidamente registradas para evitar una competencia desigual.

En materia de empleo, el panorama también es desalentador. Durante diciembre no se registraron nuevas contrataciones y prácticamente desapareció el trabajo temporario. La reducción de la actividad golpeó con fuerza a la gastronomía y al rubro de eventos, donde las celebraciones se achicaron de manera notable. Fiestas que antes reunían a más de un centenar de personas hoy se realizan con la mitad de invitados, en salones más pequeños y con propuestas más informales y económicas.

El menor poder adquisitivo de la población impactó de lleno en la vida social. La salida a comer continúa existiendo, pero con un ticket promedio más bajo. Se comparten platos, se eligen opciones más económicas y se reemplazan restaurantes tradicionales por alternativas más accesibles.

Marotti señaló que Santa Rosa suele ser señalada como una ciudad cara, pero remarcó la elevada carga tributaria que soporta el sector, con impuestos nacionales, provinciales y tasas municipales que encarecen los costos de funcionamiento. A esto se suma el peso de las cargas sociales: por cada trabajador registrado, el empleador debe afrontar entre 600 y 700 mil pesos mensuales adicionales.

Pese al contexto adverso, algunos segmentos lograron sostenerse mejor, como las cafeterías y los locales de pizza-café, que funcionan en franjas horarias más acotadas y con menores costos operativos. También se observa un repunte puntual cuando la ciudad recibe eventos deportivos, congresos médicos u otras actividades que atraen visitantes de otras provincias.

De cara al futuro, desde el sector reclaman condiciones que permitan sostener el empleo y la actividad. En ese marco, plantean la necesidad de debatir modalidades laborales más flexibles, especialmente para atender la estacionalidad, aunque reconocen que se trata de un tema complejo que requiere un abordaje legal y consensuado.

La crisis económica continúa golpeando con fuerza a uno de los sectores que históricamente dinamizó el consumo y la vida social en Santa Rosa, con cierres, menos empleo y una actividad que aún no logra encontrar un piso de recuperación.