Los principales hospitales de la provincia no registraron ingresos por guardia a causa de lesiones provocadas por el uso de pirotecnia durante las celebraciones de Navidad. Fuentes de salud confirmaron que no hubo casos en los hospitales “Virgilio Tedín Uriburu” de Realicó, “Padre Buodo” de General Acha, “Gobernador Centeno” de General Pico y “René Favaloro” y “Evita” de Santa Rosa.
El resultado positivo es atribuido a una disminución en el uso de pirotecnia, vinculada a la prohibición vigente en numerosos municipios y a la menor presencia de puestos de venta de fuegos artificiales. La situación vuelve a poner en foco el rol del Estado y de las ordenanzas locales como herramientas de prevención.
En Santa Rosa rige desde 2016 una normativa que prohíbe la fabricación, venta, tenencia, guarda, acopio y comercialización, tanto mayorista como minorista, de elementos pirotécnicos, así como su manipulación. A pesar de ello, en algunos sectores de la ciudad se escucharon detonaciones y se observaron fuegos artificiales, lo que evidencia que aún persiste el incumplimiento de la norma. Parte de la comercialización se realiza a través de plataformas online, aunque también continúan detectándose ventas callejeras.
Desde distintos organismos se insiste en la concientización sobre los efectos negativos de la pirotecnia, especialmente durante las fiestas de fin de año. El impacto no solo afecta a mascotas, sino también a personas con trastornos del espectro autista y a quienes presentan hipersensibilidad auditiva. A esto se suma el riesgo físico que implica su manipulación, sobre todo en niñas y niños, quienes son más propensos a sufrir quemaduras y heridas.
En paralelo, también se destacó el balance positivo en materia de seguridad vial. Pese a la intensa circulación vehicular dentro de las localidades y en rutas provinciales por los encuentros familiares, no se registraron hechos de gravedad.
Según se informó, se implementó un amplio operativo de prevención en toda la provincia. En Santa Rosa y Toay no hubo incidentes graves, como resultado de la coordinación de cientos de efectivos y recursos materiales distribuidos en puntos estratégicos. Participaron áreas de Jefatura de Policía, Unidad Regional, comisarías seccionales, Unidad Funcional de Género, Niñez y Adolescencia, Comisaría Departamental Toay, División Accidentología, Grupo Especial, Seguridad Rural, Sección Canes y el CECOM.
Los controles incluyeron móviles y motos policiales, señalización vial con conos, chalecos reflectantes obligatorios y balizas encendidas en todos los vehículos. La regulación del tránsito en rotondas y cruces, los cortes preventivos, las recorridas exhaustivas y la fiscalización especializada permitieron sostener un control integral que derivó en un cierre de fiestas sin víctimas ni accidentes de gravedad.

