Un estudio realizado en mujeres que atravesaron un proceso de fecundación in vitro asegura que “no hay ninguna diferencia entre las embarazadas vacunadas y las no vacunadas en lo que respecta a varios marcadores clave de la fertilidad como la calidad de los óvulos, el desarrollo de los embriones, las tasas de embarazo o abortos prematuros”, se informó este viernes.
Una de las grandes preocupaciones desde el inicio de la pandemia ha sido cómo pueden afectar las vacunas, para hacer frente al coronavirus, a embarazadas y sus futuros hijos, y “los ensayos clínicos publicados hasta ahora confirman su seguridad y las autoridades sanitarias recomiendan el uso de las vacunas”, detalló este viernes un informe publicado por el Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC), de España
El trabajo publicado explica que “en investigaciones anteriores se comprobó que la vacunación frente a la Covid-19 ayuda a proteger a las embarazadas, confiere anticuerpos a sus bebés y no aumenta el riesgo de parto prematuro ni de problemas de crecimiento fetal”.
Ahora, un nuevo estudio publicado en la revista Obstetrics & Gynecology reveló que tampoco afecta a los resultados de fertilidad en pacientes sometidas a fecundación in vitro (FIV).
Los investigadores de la Escuela de Medicina Icahn del Mount Sinai y las Clínicas de Medicina Reproductiva de Nueva York compararon las tasas de fecundación, embarazo y aborto prematuro en pacientes de FIV que habían recibido dos dosis de vacunas fabricadas por Pfizer o Moderna con los mismos resultados en pacientes no vacunadas.
“Estos hallazgos no muestran absolutamente ninguna diferencia entre las pacientes vacunadas y las no vacunadas en la estimulación ovárica, la calidad de los óvulos, el desarrollo de los embriones, las tasas de embarazo y los abortos prematuros”, dijo Christopher Zahn, vicepresidente de las actividades prácticas en el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG).
Este estudio no analizó la vacuna de refuerzo porque su aprobación fue posterior y los datos aún se están recopilando.
“Sospechamos que el refuerzo es tan seguro como recibir las dos dosis originales de la vacuna. Queremos analizar esto sistemáticamente y, una vez que tengamos más datos, también publicarlos”, explicó Alan Copperman, profesor de obstetricia, ginecología y ciencias de la reproducción en Icahn Mount Sinai y autor del estudio.