En lo que fue un empate 2-2 del equipo parisino ante el Troyes por la Liga Francesa, el 10 argentino fue el que mas situaciones creo y así y todo fueron insistentes los silbidos de los franceses en el Parque de los Príncipes. Fue a los 19 minutos , cuando el delantero argentino, de 34 años, recibió la pelota en mitad de campo y una silbatina bajó desde las tribunas en el Parque de los Príncipes. Lo curioso es que esta nueva protesta se dio con el título de la Ligue 1 garantizado para el elenco dirigido por Mauricio Pochettino y de que en ese partido la pulga convirtió un gol.
Lionel, con su dorsal 30, cerró un buen partido siendo de los puntos mas altos de jugadores del PSG. Los goles del local vinieron de la mano de los brasileños Marquinhos a los 6 minutos y Neymar a los 25 minutos de penal.
A los 31 minutos de juego, Messi se combinó con Ángel Di María y picó al vacío. En el corazón del área recibió el pase justo, pero su definición pegó en un costado del arco. A los 37 entró a la zona de riesgo a puro regate y resolvió con un toque suave y bajo, que pegó en la pase del palo derecho del arquero Moulin. El rebote lo tomó Neymar y convirtió, pero se encontraba en posición adelantada. En el medio, regaló un par de habilitaciones de primer nivel al brasileño y a Fideo, que no prosperaron. Y un intento de zurda que se marchó muy desviado.
En el segundo tiempo, otra genialidad que no se encontró con la red. A los 14 minutos recibió tras una recuperación alta del PSG, aceleró de derecha al centro y soltó una caricia de zurda: el balón se marchó pegado al palo derecho del Troyes, que respiró.
Y en el epílogo, cuando más presionó el conjunto local para quedarse con el triunfo, fue otra vez el delantero, con el dorsal N° 30, quien más cerca estuvo de firmar una conquista. A los 46′ del complemento, edificó una pared en la puerta del área y sacó un latigazo potente, que hizo temblar el travesaño. Si hasta la acción del final fue suya, con una volea que tenía destino de red, pero rebotó en el cuerpo de un adversario