El presidente Alberto Fernández participó por primera vez desde que asumió del tradicional Tedeum en conmemoración del 25 de Mayo en la Catedral de Buenos Aires. En la ceremonia religiosa, el arzobispo de Buenos Aires Mario Poli llamó a los políticos a “pensar en los demás antes que ellos mismos” y, en clara alusión a la tensión en el oficialismo, advirtió sobre los “enfrentamientos entre hermanos”.
“Dios, padre nuestro, que con admirable providencia gobiernas el mundo, atiende nuestros ruegos por la Patria para que la prudencia de sus autoridades y la honestidad de sus ciudadanos robustezcan la concordia y la Justicia, y podamos vivir en paz y en prosperidad”, comenzó el sacerdote ante el Presidente, sentado en la primera fila por primera vez ya que en los dos primeros años de su mandato, 2020 y 2021, la ceremonia se hizo en forma virtual por los protocolos por la pandemia de coronavirus.
Poli afirmó que “deseamos vivir en una Argentina fraterna” y llamó a “reconstruir este mundo que nos duele”.
“No hay vida cuando pretendemos vivir solo por nosotros, y permanecer como islas. En estas actitudes prevalece la muerte”, afirmó Poli, mientras Alberto Fernández asentía con la cabeza.
Poli habló así de “tensiones que parecen repetir crueles enfrentamientos” y resaltó la importancia del diálogo. “La democracia que nos sostiene como cuerpo social organizado en instituciones da lugar a la fraternidad, pero además requiere de la ética, la bondad y la solidaridad, la honestidad, el diálogo, siempre beneficiosos para el acuerdo y el bien común de todos”, declaró el arzobispo.
Y lanzó una advertencia al Gobierno, en medio de la interna del Frente de Todos : “Sin estos valores que dan fundamento a la vida social surge el enfrentamiento entre hermanos, de unos con otros para preservar sus propios intereses”.
“Donde hay discordia, pongamos unión, donde hay desesperación, esperanza”, insistió Poli.