El caso de Chris Pincher se suma a una serie de escándalos relacionados con los políticos británicos. En este caso, Pincher fue acusado de “toquetear” a dos hombres sin su consentimiento y fue suspendido por el partido conservador, en un nuevo escándalo para el gobierno del primer ministro Boris Johnson.
Chris Pincher, responsable de la disciplina parlamentaria de los diputados conservadores, renunció anoche tras pedir disculpas y reconocer que había “bebido demasiado”.
Se trata del último caso de un parlamentario del Partido Conservador que es acusado de comportamiento sexual inapropiado. El anterior escándalo lo protagonizó este año el diputado Neil Parish, que fue suspendido también de la formación tras ser acusado de mirar pornografía en su móvil mientras participaba en las sesiones de la Cámara de los Comunes.
Pincher, de 52 años, al parecer había “toqueteado” a dos hombres, entre ellos a un diputado, delante de varios testigos en un club privado del centro de Londres, lo que provocó quejas ante el partido, según la BBC.
“Pido disculpas a usted y a los afectados”, dijo el diputado por Tamworth en su carta de renuncia al primer ministro.
Un portavoz del Gobierno informó a los medios que el primer ministro aceptó la renuncia tras considerar “que es lo correcto”. A su vez, dijo que este tipo de comportamiento “es inaceptable” y alentó “a quienes deseen presentar quejas a que lo hagan”.
También sostuvo que no estaban al tanto de ningún tipo de investigación gubernamental y que Johnson no estaba enterado de ninguna acusación específica contra Pincher antes de que lo nombrara en ese cargo en febrero pasado.
Antes de esa fecha, Pincher ya había dimitido cuando en otro cargo, en 2017, fue acusado de haber hecho proposiciones sexuales a un atleta olímpico y potencial candidato conservador en las elecciones, pero fue absuelto después de una investigación interna.
Luego fue reincorporado por la ex primera ministra Theresa May y continuó trabajando cuando Boris Johnson fue electo primer ministro en julio de 2019.
La líder adjunta del Partido Laborista, Angela Rayner, criticó esta mañana al primer ministro por no haberlo suspendido apenas renunció.
“La falta de acción de Boris Johnson y los conservadores solo muestra la podredumbre que se ha instalado en el corazón de este gobierno”, dijo.
“Ahora les toca a los parlamentarios conservadores que continúan apoyando a la administración paralizada de este primer ministro dar un paso al frente, hacer lo correcto y mostrarle la puerta”, agregó.