Las violentas manifestaciones en Santiago y otras regiones de Chile dejaron tres muertos en la madrugada del domingo, más de 700 heridos y una pérdida de dinero que superaría los 400 millones de dólares.
Las razones detrás de las movilizaciones se vinculan con el aumento de la tarifa en el pasaje del Metro, decretada el pasado domingo 6. El descontento por la medida, ocasionó disturbios durante toda la semana, alcanzando ayer su punto álgido, con quema de estaciones, colectivos, edificios y violentos episodios entre manifestantes y carabineros. El presidente trasandino Sebastián Piñera, declaró el viernes “estado de emergencia”, pero los disturbios no cesaron sino que se incrementaron.
Para asegurar el cumplimiento de la medida de excepción, Piñera designó al general de División Javier Iturriaga del Campo como jefe de la defensa nacional, quién el sábado por la noche, decretó “toque de queda” en la región de Santiago, Valparaiso y Concepción. “Habiendo analizado la situación y los desmanes que han corrido durante el día de hoy y teniendo muy en cuenta la obligación legal que tenemos de proteger a las personas y sus bienes, he tomado la decisión de decretar la suspensión de libertades personales de movimiento a través de un toque de queda total”, declaró el militar.
En paralelo, el presidente Piñera congeló la suba del ferrocarril subterráneo, con el objetivo de apaciguar el estallido social. Sin embargo, ni esa medida ni la militarización de las calles pudieron detener la ola de manifestaciones. En tanto, se informó que tres personas murieron en un incendio ocasionado en medio de un saque de un supermercado Líder-controlado por la cadena minorista estadounidense Walmart- en el sur de Santiago.
Cabe decir que el rechazo por el aumento de la tarifa del Metro se suma a otras problemáticas estructurales propias del modelo económico chileno. El acceso a la salud y a la educación pública, la desigualdad social y el alza de servicios básicos son algunas de más importantes. La consigna en redes sociales se extendió bajo el lema #ChileDespertó. Luego de los hechos, Piñera reconoció que hay “buenos motivos” para protestar pero llamó a “manifestarse pacíficamente” y señaló que nadie tiene derecho para actuar con la brutal violencia delictual”, en referencia a los daños ocasionados.