El Gobierno decidió extender la moratoria previsional para mujeres que está vigente desde el 2014 y que iba a finalizar el próximo sábado 23 de julio. El presidente Alberto Fernández anunció su prórroga, hasta que el Congreso sancione una nueva ley.
Esta moratoria —establecida por la Ley 26.970— continúa vigente para las mujeres que cumplan la edad jubilatoria (60 años y menores de 65 años). Los períodos a incluir deben estar comprendidos entre el 1° de enero de 1955 al 31 de diciembre de 2003 y desde los 18 años de edad.
La deuda puede cancelarse de contado o en un plan de hasta 60 cuotas, cuyos importes se adecuarán trimestralmente mediante la aplicación del índice de movilidad, según la información de Anses. Los turnos puede solicitarse de manera online a través de la página web del organismo (www.anses.gob.ar/informacion/moratorias-previsionales)
La decisión se tomó para evitar que la interrupción del régimen durante el trámite parlamentario ponga en riesgo la prestación alimentaria que se deriva de los beneficios previsionales.
La extensión del plazo establecido quedará sin efecto en caso de entrar en vigencia un nuevo régimen para el acceso a las prestaciones previsionales, a través de un Plan de Regularización de Deuda Previsional, aclararon desde la Anses.
– Según datos actuales, más de 1,5 millones de personas en edad jubilatoria no cuentan con los 30 años de aportes que exige la Ley. De ese número, 906.876 tiene aportes, pero no los suficientes, y 680.724 directamente no cuenta con aporte alguno, de acuerdo a un informe del Centro de Economía Política (CEPA)·
– Solo 1 de cada 10 mujeres y 3 de cada 10 varones en edad jubilatoria están actualmente en condiciones de hacerlo, por lo que el resto requerirá de una moratoria que les permita comprar aportes para acceder a este derecho.
– Solo el 6,6% de las mujeres de entre 55 a 59 años tiene entre 25 a 27 años de aportes, mientras que el 46,1% no cuenta con ningún aporte al sistema jubilatorio. En el caso de los hombres de entre 60 a 64 años, sólo 16% tiene entre 25 a 27 años de aportes, mientras que un 17,6%, no tiene ningún aporte.
– Desde 1990 en adelante se observa un nivel promedio elevado de desocupación (10,3%) y empleo no registrado (34,7%) y picos sensibles (21,5% en desocupación en mayo 2002 y 50% de trabajo no registrado en el tercer trimestre de 2003). La desocupación e informalidad laboral persistente implica fundamentalmente que buena porción de trabajadores y trabajadoras no logran cumplir con el extremo legal de años de aportes cuando llegan a la edad jubilatoria.
– En este escenario, las más afectadas son las mujeres, que históricamente presentan mayores tasas de desocupación e informalidad que los varones.