Emanuel Ginóbili sumará un nuevo hito a su inmejorable carrera: será el primer argentino en ingresar al Salón de la Fama de la NBA, el referente de la
Generación Dorada del básquet nacional compartió sus sensaciones en las horas previas a la ceremonia.
“Manu” está a horas de convertirse en el tercer latinoamericano en sellar para siempre su nombre en la historia de la NBA. Familiares, compañeros, clubes por donde dejó una huella imborrable, hicieron que Ginobili convirtiera las horas de nerviosismo en algo reconfortante por lo realizado dentro y fuera
de las canchas: “Llegar a la NBA ya era un sueño cuando era niño. Estar en el Salón de la Fama es algo improbable para alguien que nació donde yo nací”.
Un jugador que cosechó “cosechó admiración absoluta“, así lo reconoció su hermano Sebastián “Sepo” Ginobili, y en una emotiva publicación en sus redes recordó: “Pensar que allá por inicios de la década del 90 mirábamos las primeras finales que llegaban a la Argentina por TV y nos parecía todo de otro planeta, y después de 30 años y tu carrera en la NBA puedo decir que vos SOS DE OTRO PLANETA”.
Y continuó: “Siento un gran orgullo por todo lo que lograste como jugador, pero mucho más por lo que sos como persona, además de una gran admiración como deportista, donde siempre pusiste al equipo por encima de todo sumado al trabajo, compromiso, liderazgo y el deseo de ser todos los días un poco mejor”.
Ex compañeros como Tony Parker, adversarios como Giannis Antetokounmpo de Milwaukee Bucks, Luka Doncic de Dallas Mavericks, y Steve Kerry, entrenador de los Warriors, lo tildaron de “leyenda y un jugador único”, marcando en pocas palabras lo que significó “Manu” la NBA, que lo vio levantar varios trofeos con los Spurs.