El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, dialogó con los líderes de Armenia y de Azerbaiyán sobre la “tensa situación” en la disputada región de Nagorno Karabaj, tras los enfrentamientos armados de esta semana que dejaron más de 200 muertos.
“Hemos mantenido un intercambio sustancial sobre los medios para garantizar una desescalada sostenible y sobre cómo intensificar los esfuerzos para cimentar una paz duradera en la región”, indicó Michel, tras informar que conversó con el primer ministro armenio, Nikol Pashinian, y el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev.
Por su parte, el gobierno armenio aseguró que durante la charla se “presentaron detalles sobre la situación creada como resultado de la agresión de Azerbaiyán contra el territorio soberano de Armenia” y enfatizó que “se mantiene la tensa situación en la frontera”.
Alto el fuego
Tras dos días de enfrentamientos, rige desde el miércoles último un alto el fuego que la Unión Europea (UE) pidió para que las partes “continúen dialogando”, además de instar a coordinar las labores humanitarias como la entrega de los cuerpos de soldados fallecidos.
Armenia anunció el viernes que al menos 135 personas murieron en las hostilidades de esta semana, mientras que Azerbaiyán informó de 71 fallecidos entre sus fuerzas armadas.
El Ministerio de Defensa de Azerbaiyán elevó a 282 la cifra de militares heridos en estos últimos choques.
“Del 12 al 14 de septiembre, 282 militares de las Fuerzas Armadas de Azerbaiyán fueron heridos y recibieron lesiones de diversos grados de gravedad cuando impedían un sabotaje a gran escala por parte de las Fuerzas Armadas armenias”, indicó un comunicado citado por la agencia de noticias Sputnik.
Enfrentamientos sangrientos
Los enfrentamientos de esta semana son los más sangrientos desde los que se produjeron en 2020 en la región de Nagorno Karabaj, de población mayoritariamente armenia y que ambos países se disputan desde que decidió separarse en 1988 de la entonces república socialista soviética de Azerbaiyán.
Las hostilidades de hace dos años se prolongaron por seis semanas y causaron más de 6.500 muertos: cesaron el 10 de noviembre de 2020 en virtud de una declaración adoptada un día antes por los líderes de Armenia, Azerbaiyán y Rusia.
Por acuerdo entre las partes, Rusia emplazó en la zona un contingente de paz, paralelamente a la retirada de fuerzas armenias desde los distritos de Agdam, Kelbecer y Lachin, anexados durante la guerra de 1992-94.