La policía iraní abrió fuego y lanzó gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes que mostraron este sábado su indignación por la muerte de Mahsa Amini, durante el funeral celebrado en Saqqez, en el Kurdistán iraní, luego que la joven de 22 años muriera tras ser detenida el martes por no llevar bien puesto el velo islámico obligatorio.
Por el momento se desconoce el número de heridos en la represión, pero los videos publicados en las redes sociales por los testigos muestran que la dispersión de manifestantes fue violenta.
Durante la manifestación se escucharon gritos como “Muerte al dictador”, una referencia al líder supremo, el ayatollah Ali Khamenei -que este sábado reapareció tras estar internado-, y algunas personas lanzaron piedras y quemaron carteles con su rostro.
El arresto de Mahsa Amini ocurrió luego que en los últimos meses activistas de derechos humanos instaron a las mujeres a quitarse públicamente el velo, un gesto que en Irán implica el riesgo de arresto por desafiar el código de vestimenta islámico en momentos en que el gobierno ultraconservador del presidente Ebrahim Raisi aumentó la presión para que las mujeres cumplan con las estrictas reglas de vestimenta y conducta.
El velo es obligatorio desde la revolución de 1979 liderada por el ayatollah Ruhollah Khomeini, quien declaró que sin el velo las mujeres estaban “desnudas”.
En el Kurdistán iraní, Amini fue conducida el martes a una comisaría para asistir a “una hora de reeducación”, denunció su familia.
Horas más tarde fue ingresada en el hospital Kasra de la capital iraní, en coma tras sufrir un ataque al corazón. Allí murió este viernes.
La noticia se difundió rápidamente por las redes sociales, donde muchos usuarios expresaron su indignación. Los manifestantes se reunieron inicialmente frente al hospital en Teherán.
Luego, el cuerpo de Amini fue transportado a su provincia natal de Kurdistán para el entierro, que tuvo lugar en la mañana del 17 de septiembre.
“Las instituciones de seguridad obligaron a la familia Amini a celebrar el funeral sin ninguna ceremonia para evitar tensiones”, dijo Soma Rostami de Hengaw, una organización kurda de derechos humanos. Pero las protestas se extendieron a varias ciudades del país. Raisi ordenó una investigación para aclarar lo sucedido.