Además de los avances en el terreno en varias de las regiones “anexionadas para siempre” por Rusia en su invasión a Ucrania, de los miles de soldados muertos que el Kremlin trata de ocultar, incluso de las detenciones de miles de ciudadanos que se animan a protestar contra la invasión a Ucrania, el gobierno de Vladimir Putin sufrió este sábado un nuevo golpe: un coche bomba estalló en el vital puente de Crimea, una infraestructura clave y símbolo de la anexión de esa península ucraniana a Rusia.
La primera reacción rusa fue señalar que “se investigará lo ocurrido, para dar con los responsables”, sin mencionar a Ucrania, para no admitir el suceso como un nuevo golpe de Kiev. Desde la vereda ucraniana no se admitió la responsabilidad en el ataque, pero fueron múltiples las manifestaciones de “festejo”, y hasta el correo oficial ucraniano prometió “hacer una estampilla para recordar el suceso”.
Imágenes de cámaras de seguridad que circulan por internet muestran una enorme explosión durante la noche, que parece haberse producido al paso de un camión. Otras imágenes muestran la línea de ferrocarril en llamas y un tramo de carretera derrumbado.
El puente, inaugurado en 2018 y promovido por orden del presidente Vladimir Putin, es el símbolo de la anexión de esta península ucraniana por parte de Rusia en 2014. Si Ucrania resulta estar detrás de esta explosión sería un grave revés para Rusia, ya que se trata de una infraestructura fundamental y alejada del frente.
Desde inicios de septiembre Rusia ha sumado reveses militares, ya que sus tropas debieron retroceder tanto en el noreste como en el sur de Ucrania, en particular en la región de Jersón, fronteriza con Crimea, y cuya anexión fue anunciada por Moscú.
“Hoy a las 06H07 (03H07 GMT) en la parte vial del puente de Crimea (…) se produjo la detonación de un coche bomba, lo que causó el incendio de siete cisternas ferroviarias que iban hacia Crimea”, indicó el Comité Nacional Antiterrorista Ruso, citado por las agencias locales. El portavoz del Kremlin indicó rápidamente a la agencia Ria Novosti que Putin ordenó la creación de una comisión gubernamental para esclarecer los hechos.
Según el Comité Antiterrorista resultaron dañados dos carriles para vehículos, aunque el arco del puente, desplegado sobre el estrecho de Kerch, no se vio afectado.
El incendio en el puente de Crimea, que sirve para vehículos y para trenes, obligó a parar todo el tráfico. Se habilitaron ferris para facilitar el cruce, según las agencias rusas.
El puente es esencial para el transporte de personas y mercancías hacia la península, pero también para el aprovisionamiento de las tropas rusas desplegadas en Ucrania. El jefe de la península, instalado por Moscú, Serguéi Aksyonov, pidió a los habitantes de Crimea mantener la “calma”.
Las autoridades también trataron de calmar los temores de escasez de alimentos y combustible.